Lambán se pronunció así tras escuchar el discurso de Sánchez en el Comité Federal que va a aprobar ese cambio de reglamento para que los militantes sean los únicos que puedan deponer a un secretario general y validar un pacto de gobierno en cualquier administración. Un cambio de reglamento que confesó no haberse leído antes del Comité.

El presidente aragonés, uno de los grandes adversarios de Sánchez en los meses previos a su dimisión en octubre de 2016 y de los partidarios de Susana Díaz en las primarias del año pasado, admitió que el cambio de reglamento es “una traslación de las normas” que se aprobaron en el Congreso Federal, cuando “se trató por todos los medios de blindar los mecanismos de funcionamiento del partido para evitar la repetición de los sucesos traumáticos” de los meses anteriores, y dijo que por su parte “no hay nada que oponer”.

Ahora bien, apuntó que “el PSOE propenderá siempre a instalarse en mecanismos propios de la democracia representativa”, de la que es “inseparable” la socialdemocracia, en oposición tácita a la democracia directa que supone dejar la decisión a los militantes, y también a “propenderá a cifrar el éxito o fracaso de los liderazgos no tanto por la aceptación de los militantes como de los ciudadanos”, que es de los que obtiene la “legitimación”.

Lambán subrayó que las "cuestiones relacionadas con el reglamento y la organización interna me entretienen más bien poco”. Según dijo, el PSOE “tiene que dedicar sus esfuerzos a construir una alternativa sólida y potente al PP, para “sacar a España del marasmo político en que se encuentra por la inacción y falta de ideas del Gobierno”, al que ve “atenazado por los casos de corrupción”.

En este sentido, sí reconoció a Sánchez haber hecho en su intervención “un buen diagnóstico de la realidad política y un buen planteamiento de por dónde tiene el PSOE que encaminar sus acciones a corto y medio plazo”.