Según informó este viernes la Policía Nacional, la banda de Miñanco era “una de las estructuras narco-criminales más potentes a nivel mundial” y utilizaba la actividad legal de unos astilleros gallegos para permitir la entrada de la droga por el puerto y blanqueaba el dinero obtenido a través de diversos sistemas.

A lo largo de más de 20 meses, la Policía ha desarrollado, dentro de la llamada ‘operación Mito’, una de las investigaciones más complejas de su reciente historia y ha intervenido casi 5.000 kilogramos de droga y detenido a 43 personas.

Las pesquisas se iniciaron tras detectarse la presencia en Marbella de Miñanco junto a otros miembros de su organización. Tras varias gestiones iniciales, se pudo determinar que el histórico narcotraficante se hallaba presuntamente inmerso en actividades relacionadas con el tráfico de drogas, si bien actualmente vivía en Algeciras.

EN SEMILIBERTAD

La nueva banda mantenía su principal infraestructura en Pontevedra, aunque actualmente desarrollaba la mayor parte de su actividad delictiva en el sur de la península.

La red seguía estando dirigida por Miñanco, al que se consideraba el mayor narcotraficante de Europa. Este delincuente inició su carrera delictiva como contrabandista en los inicios de los años ochenta y posteriormente se convirtió en traficante de drogas. Fue detenido en operaciones contra el narcotráfico de los años 1991 y 2001.

Fue uno de los implicados en la ‘operación Nécora’, si bien logró escapar hasta que fue arrestado en otra operación en 1991 por lo que cumplió siete años de prisión. En 1998 salió de la cárcel en libertad provisional hasta que fue detenido nuevamente por la Brigada Central de Estupefacientes en agosto de 2001 por intentar introducir 3.700 kilos de cocaína en un barco.

Desde agosto de 2001 a 2011 permaneció en prisión. Actualmente estaba cumpliendo una condena de 16 y 10 meses en el Centro de Inserción social de Botafuegos, en régimen de semilibertad pues sólo acudía a pernoctar al centro.