De la Vega realiza este análisis de la situación de la violencia de género en España en una entrevista en la web 'Médicosypacientes.com' de la Organización Médica Colegial (OMC), recogida por Servimedia. “En la medida en que (la violencia de género) es un problema persistente, es necesario estar permanentemente alerta, sin bajar la guardia“, agregó en la entrevista.

Además, defiende que se lleven a cabo “campañas valientes” porque “está demostrado que inhiben” y considera, en cambio, que “cuando se produce un crimen por violencia de género y se expande desde el punto de vista de comunicación, todo el día en la televisión, luego hay otro crimen”, lo que viene a denominarse 'efecto llamada'.

En su opinión, “falla el compromiso contra la violencia de género” en España, “falta un poco más de concienciación permanente” y asevera que eso se tiene que hacer desde lo público y también desde la sociedad, desde los movimientos de mujeres. Asegura que la violencia de género es un tema de “libertad, de igualdad y de poder” y “mientras no participemos todo el mundo en las mismas condiciones, habrá un desequilibrio y el resultado es que las víctimas, fundamentalmente, son mujeres y eso no es tolerable”.

Presume de haber sido una “mujer cuota” y las defiende como “acción positiva” y “fundamental” porque, en el ámbito político, “provocaron un cambio que nos ha permitido estar en los gobiernos”, pero deja claro que “hemos entrado por nosotras mismas. No nos lo han regalado; nos lo hemos ganada a pulso”.

Cuestiona que cuando se han utilizado las cuotas “el patriarcado las ha criminalizado, hasta el punto de que, actualmente, hay mujeres que lo creen y rechazan ser mujer-cuota y sienten eso porque saben que están ahí porque se lo merecen. Pero era necesario poner unas cuotas para estar ahí”.

Concluye tajante que “el patriarcado -el poder de los hombres sobre las mujeres- ha montado un sistema muy inteligente: ellos promueven y ellas ejecutan”. Para ella, “el machismo lo transmiten las mujeres porque la cultura del patriarcado es ésa” y, por ello, defiende que hay que transmitir a las jóvenes generaciones que “somos iguales pero diferentes y esa diferencia debería utilizarse como un instrumento de riqueza porque la diversidad y la diferencia nos hace más fuertes”.