Durante un desayuno informativo del 'Diario de Valladolid-El Mundo', Durán señaló que la Ley de Contratos del Estado marca un porcentaje en el 7-10% para destinarlo a puestos de trabajo en el sector social a través de los proyectos de centros especiales de empleo, “y esto es muy positivo al lograrse una vía empleadora”.

A su vez, apeló al hecho de que en la negociación de la concertación social pueda figurar en los convenios de empresas el hecho de que “se debe cumplir la cuota y que el sector privado reserve un porcentaje mayor de empleo a las personas con discapacidad, aunque poco a poco se va consiguiendo una cifra mayor”.

En su intervención, el vicepresidente de Fundación ONCE, que tiene en el Polígono de San Cristóbal de Valladolid un plan de empleo importante a través de ILUNION, se congratuló de poder “dar autonomía y autoestima y ejercer una labor transformadora del entorno, ya que se trata de beneficiar a personas con igualdad de derechos y contribuir a un proyecto común que todos tenemos”.

En esta línea, se mostró partidario de activar nuevas medidas para jóvenes con discapacidad y programas que se generan desde el Ministerio de Empleo, junto a proyectos europeos que permiten lograr objetivos.

“En el grupo social ONCE pagamos más de 70.000 nóminas todos los meses y son 8.000 los empleos que cada año ayudamos a generar y grandes empresas, como por ejemplo Renault, se pueden beneficiarse de esta capacidad de ayudar a acceder a un empleo a personas que lo necesitan. Hace 30 años en las grandes empresas no había planes donde tuvieran cabida las entidades ligadas a la discapacidad y hoy en día es más normal y estamos orgullosos de que la sociedad evolucione, ya que es una tarea de todos”, dijo.

FORMACIÓN E INTEGRACIÓN

En torno al futuro laboral que se cierne sobre la industria 4.0 con la transformación digital, Durán reconoció que en el mundo de la discapacidad la situación de partida en formación es menor. “Muchas personas apenas tienen estudios y pocas los tienen superiores. Falta la formación reglada y hay que añadir la ocupacional, porque se trata de gente con problemas sobrevenidos que no pudieron completar su formación básica al contar con un problema que les produjo un parón o limitación y que tienen más problemas para acceder a un empleo”, indicó.

Por ello, sostuvo que se trata de ofrecerles “una oportunidad que habían perdido y hay que aprovechar las nuevas tecnologías, ya que bien manejadas sirven para superar dificultades a las personas con discapacidad”. Abogó por trabajar de forma unida en esta misma línea, caso de administradores, empleadores, sindicatos, empresas y entidades sociales.

“Es preciso coger el tren que toca en estos momentos y hay que reciclar y recuperar a personas de cierta edad para que no pierdan el paso. Es preciso que se conciencien del apoyo que se necesita pasando de lo analógico a lo digital, hay nuevos retos y todo va mucho más rápido y ahí radica el poder llegar o no al objetivo”, añadió. Además, sostuvo que es preciso en la formación la apuesta por la universidad, “que es mucho más accesible actualmente y debe ser un acicate para que las personas con discapacidad puedan formarse y hay que apostar por ello. Será muy positivo en su futuro y su vida profesional y personal”, agregó.

Durán dijo que la ONCE es la única entidad con 20.000 personas, del total de 70.000 que trabajan en la organización, que venden a diario productos de juego responsable. “El empleo es un fin en nuestro caso más que un medio y debemos tener alternativas que hagan más viables los recursos para reforzar redes sociales, ya que los vendedores son psicólogos de la ilusión y con el cliente hablan de la situación de la vida cotidiana y eso siempre es positivo”, dijo.

Finalmente, el vicepresidente ejecutivo de la Fundación ONCE explicó que su organización mantiene “un contrato social” para ayudar a quien traspase su puerta. “Ofrecemos tranquilidad, porque el sector social puede hoy dar un apoyo de primer mundo a las personas con discapacidad en España y nos sobran energías para hacer cooperación de desarrollo con niños y niñas ciegas en otros países y tendremos dos lavanderías industriales, como en el caso de Colombia”, concluyó.