Un paciente diabético con enfermedad renal supone el doble de coste para el sistema sanitario
El texto se ha copiado correctamente en el portapapeles
Nefrólogos del Grupo de Estudio de la Nefropatía Diabética de la Sociedad Española de Nefrología (SEN) pidieron este lunes el manejo multidisciplinar de los pacientes diabéticos con enfermedad renal por las complicaciones de su enfermedad, que hacen que el coste de su tratamiento sea un 86% más alto que el de los diabéticos tipo 2.
Así lo expusieron en un taller en el que analizaron los últimos avances en el tratamiento de los pacientes diabéticos con enfermedad renal. Los expertos pusieron de manifiesto la importancia de la diabetes como principal causa de la Enfermedad Renal Crónica (ERC) en España, con un 24% de los pacientes que inician Tratamiento Renal Sustitutivo (Diálisis, Hemodiálisis o Trasplante) como consecuencia de esta patología.
Según los últimos datos del Registro Español de Enfermedades Renales, la incidencia de la diabetes sobre la ERC ha crecido cinco puntos en la última década, pasando de ser la causa del 19,6% de nuevos casos del Tratamiento Renal Sustitutivo en 2006 al 24% actual, aunque esta tendencia se está estabilizando.
Ante este crecimiento, los nefrólogos y expertos participantes en el taller insistieron en la necesidad de reducir los efectos adversos y complicaciones renales en los pacientes con diabetes y abordar el tratamiento y manejo de la enfermedad renal diabética desde un enfoque más integral, multifactorial y multidisciplinar.
En una nota informativa, la SEN subrayó que buena parte del tratamiento de esta patología incluye el uso de fármacos que se eliminan por vía renal, aspecto que se complica cuando se trata de enfermos que también tienen insuficiencia renal, por lo que los expertos analizaron los últimos fármacos que han comenzado a utilizarse desde hace dos años.
Entre ellos, los inhibidores del transportador renal sodio-glucosa, con efectos beneficiosos para la mejoría del control glucémico, la reducción de las tasas de mortalidad renal y cardiovascular y la reducción de la progresión de enfermedad renal en pacientes con diabetes tipo 2. Y también los fármacos agonistas del receptor del GLP-1, que permiten una reducción de la albuminuria (la pérdida de albúmina de la orina, que como consecuencia deriva en el fallo renal) y la posibilidad de utilizarlos en pacientes con una función renal muy reducida.
(SERVIMEDIA)
22 Ene 2018
ABG/caa