Según informó el Ministerio de Asuntos Exteriores, el Ejecutivo trasladó su “más sentido pésame” a los allegados de las víctimas de este “cobarde crimen” y deseó la “pronta recuperación” de los heridos.

El Gobierno también expresó su “cercanía” y “solidaridad” con el pueblo y las autoridades egipcias.

A su vez, reiteró su “repulsa” a “toda clase de terrorismo y de manifestación de odio por motivos religiosos”, reafirmó su apoyo a las autoridades egipcias en la lucha contra el terrorismo y llamó a la unidad internacional contra esta lacra.

Dos hombres dispararon este viernes contra los fieles que se encontraban en la entrada de este templo religioso copto después de la misa. Antes de dirigirse a la iglesia, habían matado a otras dos personas en una tienda cercana regentada por una familia copta. Uno de los atacantes falleció a causa de los disparos de las fuerzas de seguridad egipcias, según el Ministerio del Interior de Egipto.