Como suele ser habitual, la operación especial de Navidad de la DGT se desarrollará en tres fases, que coinciden con las festividades propias de esas fechas: Navidad, que comenzará este viernes y finalizará el lunes 25 de diciembre (con 4,35 millones de viajes previstos); fin de año, del viernes 29 de diciembre al lunes 1 de enero (cuatro millones de desplazamientos), y Reyes, del viernes 5 al lunes 7 de enero (2,75 millones de trayectos).

Tráfico indicó que, al ser un periodo tan largo, durante las próximas navidades se producirán movimientos de vehículos tanto de corto como de largo recorrido, especialmente los fines de semana y los días festivos. Los destinos principales serán lugares de segunda residencia, áreas o zonas de grandes centros comerciales, zonas de montaña para la práctica de deportes de invierno y lugares de atracción turística invernal.

Para que los desplazamientos se produzcan con normalidad, la DGT intensificará la vigilancia en las carreteras convencionales (sobre todo los tramos peligrosos), hará controles de alcohol y otras drogas en cualquier tipo de vía y a cualquier hora, vigilará el cumplimiento de las normas de circulación a pie de carretera y desde el aire con ocho radares Pegasus, instalará carriles adicionales en las vías con más intensidad circulatoria, paralizará obras, suprimirá la celebración de pruebas deportivas y otros eventos que supongan la ocupación de la calzada, y restringirá la circulación de camiones en determinados días, tramos y horas.

Para llevar a cabo el dispositivo navideño, habrá personal de la DGT, unos 6.000 agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, más de 800 funcionarios y personal técnico especializado en los centros de gestión del tráfico, más de 13.000 empleados de las empresas de conservación y explotación y de las vías en en régimen de concesión dependientes de Ministerio de Fomento y del resto de los titulares de carreteras, y personal de los servicios de emergencia, tanto sanitarios como bomberos.

Además de los medios humanos, la DGT cuenta con sistemas instalados en las carreteras que permiten conocer el estado de la circulación y comunicar las incidencias a los conductores (1.690 cámaras de televisión, 2.466 estaciones de toma de datos y 2.310 paneles de mensaje variable), así como 12 helicópteros, ocho de ellos equipados con radares Pegasus.

FURGONETAS, ETILÓMETROS Y LECTORES DE DROGAS

Por otro lado, la DGT ha invertido 6,7 millones de euros en la compra de 156 nuevas furgonetas transformadas y habilitadas para realizar pruebas de alcohol y drogas, que se incrementarán durante estas navidades. Esos vehículos se suman a los 40 que están operando desde principios de verano. También ha adquirido 746 etilómetros, 500 lectores de drogas, así como 23.400 'kits' multidroga, para lo que ha gastado 7,7 millones de euros.

El director general de Tráfico, Gregorio Serrano, destacó que la compra de ese material tiene como objetivo principal “disuadir a los conductores de ponerse al volante si han ingerido alguna sustancia psicoactiva”.

“Para ello, tenemos que seguir haciendo pruebas de alcohol y otras drogas en carretera, ya que la realización de estos controles preventivos es, junto con la educación vial, uno de los instrumentos más eficaces para evitar accidentes”, añadió.

Serrano recalcó que “estas inversiones son consecuencia de la obligación legal y moral que tiene la DGT de que el 100% de lo recaudado en sanciones vaya destinado a cuestiones relativas a la seguridad vial”.

Con el objetivo de que las pruebas de alcohol y drogas sean más dinámicas a partir del año que viene, todas las patrullas motorizadas de la agrupación de tráfico estarán dotadas de detectores móviles de alcohol y drogas de última generación.