Save the Children alerta de que 378.000 niños rohingya se enfrentarán al invierno sin ropa de abrigo ni mantas
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Save the Children alertó este miércoles de que 378.000 niños rohingya que se encuentran en los campamentos y asentamientos improvisados en Bangladesh se van a enfrentar a las bajas temperaturas del invierno sin ropa de abrigo ni mantas.
Esta organización hizo hincapié en un comunicado en que a pesar de que los meses de enero y febrero son lo más fríos en Bangladesh, sobre todo al caer la noche, en los campamentos es común ver a niños descalzos, con ropa de algodón, pantalones cortos y camisetas y la mayoría duermen en el suelo dentro de estructuras de bambú con plásticos y mantas muy finas por encima.
En esta línea, Save the Children recogió el testimonio de Khaleda, una niña de 11 años que vive con su familia de once miembros en el campamento de Balukhali, que destacó que “es muy difícil dormir porque hace mucho frío por la noche”, por lo que “no tenemos más opción que tirarnos en un colchón en el suelo”, provocándoles tos y fiebre.
El portavoz de esta ONG en Bangladesh, Bishnu Prasad Gotame, remarcó la necesidad de llegar a los niños y mujeres más vulnerables y anunció que “vamos a entregar provisiones de invierno a personas con enfermedades crónicas, con discapacidad, familias con mujeres embarazadas, bebés y familias con personas mayores”.
Desde finales de agosto, 655.000 rohingyas han huido de la violencia extrema en el estado de Rakhine, al norte de Myanmar, hacia Bangladesh. De los que huyeron, se estima que 378.000 son niños y niñas, y uno de cada cuatro menores de cinco años sufre desnutrición aguda.
“Estamos en temporada de invierno y las temperaturas nocturnas pueden bajar hasta los 10 grados”, indicó la portavoz de Save the Children en el distrito bangladesí de Cox’s Bazar, María Tsolka, que explicó que “pese a que esta temperatura puede ser considerada leve en otras regiones del mundo, la falta de ropa de abrigo y las débiles estructuras de los refugios dificultan las condiciones de vida de las personas en los campamentos, especialmente la de los niños”.
Por último, señaló que “muchos de los niños tienen un sistema inmune ya debilitado y eso les hace ser más vulnerables ante enfermedades como infecciones de las vías respiratorias altas”.
(SERVIMEDIA)
20 Dic 2017
CJC/gja