Esa es la máxima que se ve por algunos rincones de la ciudad, en la que no hay carteles del que fuera su alcalde y hoy presidente cesado de la Generalitat, huido de la Justicia en Bruselas.

En el paseo realizado por Servimedia por las calles del empedrado casco histórico de Girona se ven balcones con la ‘senyera’, algunos -menos- con la ‘estelada’ y ninguno con la bandera española.

Tampoco se ven carteles de Puigdemont ni de ninguno de los candidatos de otras formaciones políticas, salvo la cartelería electoral de la CUP sin imagen de sus candidatos.

Desde esos balcones y ventanas también penden carteles reclamando la libertad de los miembros del Govern que están en prisión preventiva y lazos amarillos, así como alguna pancarta en la que se lee "democracia".

La imponente catedral de Girona, situada en el punto más alto de la ciudad, está flanqueada por una decena de ‘senyeras’ que cuelgan desde los balcones del edificio que acoge el museo-tesoro de la catedral, a la derecha de la catedral consagrada a Santa María.