Así lo reflejan los datos extraídos por Servimedia del IPC de noviembre publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), que parecen indicar que las compañías aéreas no están trasladando dicha rebaja de tasas al coste de los vuelos.

De hecho, en el conjunto de los 10 primeros meses de 2017 el precio de los billetes de avión acumula una subida del 4,9% y, en términos interanuales, solo ha descendido una vez desde que se aplica la bajada de tasas, en concreto en el mes de marzo, cuando se redujeron apenas un 0,2%.

En esa caída pudo influir el hecho de que la Semana Santa de 2016 tuvo lugar en ese mes, a diferencia de este año, cuando se celebró en abril, mes en que los billetes aéreos se encarecieron un 6,1% en comparación con el año anterior.

En mayo, por su parte, la subida fue del 1,1%, en junio del 6,6%, en julio del 3%, en agosto del 6% y en septiembre tocó techo con el 10,6%, para seguir en octubre con un alza del 5,5%.

En cuanto al tipo de vuelos, los billetes para volar al extranjero se han encarecido en lo que va de año, en concreto un 7,1%, frente al descenso del 2% experimentado por los vuelos entre aeropuertos nacionales.

Paralelamente a la subida del precio de los billetes, se está produciendo un fuerte incremento de la demanda, ya que hasta noviembre el tráfico en los aeropuertos de Aena se incrementó un 8,2%, al alcanzar los 232,9 millones de pasajeros. En ese último mes la subida fue del 9,3%, con 16,6 millones de pasajeros.

Según el Documento de Regulación Aeroportuaria (DORA) aprobado por el Gobierno, dicha rebaja del 2,2% de las tasas se aplicará también en los cuatro próximos ejercicios, hasta 2021. Además, entre 2022 y 2025 se establece que las tasas no podrán subir.