Así consta en una respuesta, a la que ha tenido acceso Servimedia, que el Ministerio de Defensa ha hecho llegar al diputado de Unidos Podemos Pablo Bustinduy, quien se interesaba por si este departamento había abierto una investigación después de lo sucedido y si se habían resentido las relaciones de España con Letonia y Rusia.

En su respuesta, Defensa deja claro que cuenta con “procedimientos internos para la intercomunicación telefónica de autoridades del Departamento con sus homólogos de otros países”.

No obstante, reconoce que “bajo circunstancias muy concretas” han sucedido “actos malintencionados” que han servido para “depurar los propios procedimientos, que ya han sido revisados para que actuaciones como éstas no se vuelvan a producir”.

A pesar de ello, el Ministerio asegura que este suceso “no ha tenido mayor trascendencia” para la seguridad y defensa de España ni para las de sus socios y aliados. A su vez, explica que tampoco se han visto afectadas las relaciones bilaterales con esos países, ya que “la llamada provenía de dos periodistas y no se le dio credibilidad alguna”.

La llamada en la que se produjo la broma a Cospedal tuvo lugar el pasado 14 de noviembre, si bien no fue hasta el día 17 de ese mes cuando la agencia de noticias Sputnik explicó que los autores de la misma fueron dos humoristas rusos y no el ministro de Defensa letón.

Ese mismo día, Cospedal reaccionó en Twitter afirmando que “fue una conversación muy rara, pedí hablar en inglés y no quisieron; han quitado a la traductora. Como no confié, dejé hablar y no volví a llamar. Ahora sé que eran rusos”.