Pasadas las 12.40 horas bajaba por la Carrera de San Jerónimo el coche fúnebre con los restos mortales de Marín y se detenía frente a la escalinata de la puerta principal de la Cámara Baja. A pie de calle, esperaban la familia del socialista y la presidente del Congreso, Ana Pastor.

También una decena de miembros de la Policía Nacional, seis de los cuales procedieron a sacar del coche el féretro. Portándolo en hombros, caminaron hacia el lateral de Los Leones para subir por la rampa habilitada estos días con motivo de las Jornadas de Puertas Abiertas.

La viuda de Marín, con dos rosas rojas en las manos, se situó detrás del féretro junto a su familia, visiblemente afectados. Junto a ellos, la presidenta de la Cámara, Ana Pastor. Todos se adentraron al Congreso por la puerta de los Leones hasta el salón de Pasos Perdidos, frente al Hemiciclo, donde se instalará a partir de las 14 horas la capilla ardiente.

Esta es la cuarta capilla ardiente que se instala en el Congreso, tras los fallecimientos de uno de los padres de la Constitución, Gabriel Cisneros, y los expresidentes del Gobierno Leopoldo Calvo- Sotelo y Adolfo Suárez.