Alberto Durán, consejero general de Cooperación y Relaciones Institucionales de la ONCE, ha entregado una copia enmarcada de este cupón a Carmelo Angulo, presidente de Unicef, en presencia de Ángel Sánchez, director general de la ONCE; Ana Peláez, consejera ejecutiva de Relaciones Internacionales y Expansión Exterior de la ONCE; Javier Martos, director ejecutivo de Unicef, y María Jesús Varela, directora general de FOAL, entre otros.

El director general de la ONCE señaló que “es un honor que Unicef, una entidad tan necesaria, protagonice este cupón”. Sánchez destacó el papel que tanto la ONCE como Unicef realizan en favor de los más pequeños, y subrayó la labor que en materia de educación realiza la ONCE. Agregó que ambas entidades “comparten valores”.

Durán, por su parte, puso en valor la labor de la ONCE y su Fundación en materia educativa, “desde la ONCE en la formación de los niños ciegos en educación integrada, y desde Fundación ONCE, mediante actividades diseñadas para niños, con el objetivo de visibilizar la discapacidad”.

Por su parte, Angulo afirmó que “Unicef y la ONCE somos dos equipos ganadores que compartimos objetivos y trabajos y que realizamos una labor formidable”. El presidente de Unicef destacó el hecho de que “los niños con discapacidad se incorporen a la escuela en las mismas condiciones que el resto”.

En la presentación de este cupón se emitió un mensaje en vídeo de Rosangela Berman-Bieler, responsable de Unicef sobre niños con discapacidad, en el que recordó que “en el mundo hay 95 millones de niños con discapacidad, aunque la cifra puede ser mayor”, y que “la capacidad de la ONCE para cambiar la vida de las personas con discapacidad es un ejemplo único en el mundo”.

Unicef nació en 1946 por decisión de la Asamblea General de la ONU, ya que al finalizar la Segunda Guerra Mundial la situación de la infancia era crítica. En la actualidad tiene presencia en más de 190 países. Su misión es conseguir que los más de 7.000 millones de habitantes del planeta conozcan y defiendan los derechos de la infancia.

Su trabajo se basa en la Convención sobre los Derechos del Niño y se centra en cinco áreas: supervivencia y desarrollo infantil, educación e igualdad de género, la infancia y el VIH/sida, protección infantil y promoción de políticas y alianzas.

Se financia por las contribuciones voluntarias de individuos, empresas, fundaciones y gobiernos. Se le otorgó el Premio Nobel de la Paz en 1965 y el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia en 2006, premio éste último que también le fue concedido a la ONCE, en 2013.