Según informó el Instituto Armado, los autores del secuestro eran dos españoles y un rumano, que son conocidos en la zona por la extrema violencia de sus acciones y cuentan con antecedentes penales por posesión de armas de fuego y tráfico de drogas.

Los secuestradores mantuvieron retenida a la víctima en penosas condiciones en el interior del cuarto de baño de un local abandonado, sin luz ni calefacción, atado de pies y manos, con los ojos vendados y amordazado.

El joven fue asaltado e introducido en un vehículo en las inmediaciones de su domicilio el pasado 21 de noviembre. Los secuestradores le taparon los ojos y abandonaron rápidamente la localidad.

CAMBIOS DE LUGAR

Poco después, los miembros de este grupo criminal se pusieron en contacto con la familia del joven para extorsionarles y exigirles un primer pago de 45.000 euros a cambio de su liberación. La familia fue amenazada con acabar con la vida del rehén en caso de ser alertadas las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.

Tras varias horas en las que el secuestrado fue cambiado de lugar de cautiverio en diversas ocasiones y, pese a las medidas de seguridad que empleaban en sus desplazamientos, la Benemérita localizó a los secuestradores y a su víctima.

Se averiguó que el joven se encontraba retenido en algún lugar entre las localidades de Santa Olalla y el Casar de Escalona, ambas pertenecientes a la provincia de Toledo. Ante el amplio dispositivo policial formado por unidades de la Guardia Civil especializadas en secuestros, los autores liberaron a la víctima antes de cobrar el rescate.

Posteriormente se procedió a la detención de tres individuos, dos de ellos españoles y uno de nacionalidad rumana, por su supuesta implicación en el rapto. También se realizaron cuatro registros en los que se intervinieron armas de fuego y sustancias estupefacientes, además de los vehículos empleados para la comisión del secuestro.