El juez tendrá que valorar ahora lo expuesto por cada uno de los investigados y su predisposición a colaborar con la Justicia. Además, tendrá muy en cuenta si se ha reducido el riesgo de reiteración delictiva y el de fuga.

El juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena terminó de tomar declaración a los exmiembros del Govern y a los `jordis´ pasadas las 13.30 de este viernes. En tan sólo cuatro horas escuchó a los 10 investigados que le pidieron la revisión de su situación de prisión preventiva ordenada por la jueza de la Audiencia Nacional Carmen Lamela, que los encausó por delitos de rebelión, sedición y malversación.

Llarena comunicará su decisión sobre la excarcelación o no de los imputados el próximo lunes, según ha anunciado a los abogados presentes en las declaraciones de este viernes.

De nada servirá, por tanto, el dinero que llevaron hoy mismo el coordinador jurídico del grupo parlamentario del PdeCAT, Francés Homs, y los representantes de ERC, que también acuderion con fondos para hacer frente, hoy mismo, al posible pago de fianzas.

Ha sido una decepción para el entorno de los presos, muchos de cuyos familiares habían acudido a las puertas del Supremo a la espera de que el magistrado acordara la excarcelación justo después de las declaraciones.

En sus comparecencias, todos se ciñeron a sus respectivos escritos, presentados ante el juez para pedir esta nueva declaración en defensa de su salida en libertad. En mayor o menor medida todos respondieron a las preguntas de las partes, menos el exvicepresidente Oriol Junqueras y el exconseller Raül Romeva, que se negaron a responder a la Fiscalía.