“No podemos estar muy contentos”, afirmó Galán en un acto organizado por El Confidencial, donde recordó que Iberdrola es un accionista financiero de la compañía, con una participación del 8%.

A este respecto, explicó que Iberdrola decidió permanecer en Gamesa tras la fusión para controlar que “las cosas se hicieran bien” y que Gamesa “no ha sido absorbido”. “Pasamos de ser socio industrial a financiero”, añadió el presidente de Iberdrola, quien lamentó que la acción haya perdido en seis meses más de la mitad de su valor.

Además, criticó haberse enterado en los periódicos de cuando la compañía presentaba ‘profit warnings’ o de sus cambios en el equipo directivo. Por ello, mostró su intención de buscar “remedios” a lo que está ocurriendo utilizando el acuerdo de accionistas establecido en el momento de la fusión.