Así se expresó Galán en un acto organizado por El Confidencial, donde lamentó también que España sea el único país donde la eléctrica tiene pleitos. “Me duele dar tanto trabajo a los abogados”, ironizó.

Estas declaraciones de Galán se producen en el contexto de su conflicto con el ministro de Energía, Turismo y Agenda Digital, Álvaro Nadal, por su intención de cerrar sus dos últimas centrales de carbón. A este respecto, afirmó que” hay signos de los tiempos contra los que no podemos ir” y se refirió concretamente al ecologismo, “porque la gente quiere un mundo más limpio y sostenible”.

En cuanto a los problemas del sistema eléctrico español, denunció que la principal carencia es la ausencia de una planificación a largo plazo, algo que no ha tenido según Galán en los 17 años que lleva al frente de Iberdrola, en los que ha invertido 25.000 millones en el país, donde asegura que” ganamos lo mismo que en en el año 2000”.

“Es una suerte tener países con marcos regulatorios y legales muy estables, predecibles y seguros”, prosiguió Galán, quien destacó que así es en Reino Unido, Estados Unidos, Brasil y México, sus principales mercados además de España.

“Estoy pidiendo algo normal en cualquier sitio, que tengamos una planificación pública, conocida y notoria”, reiteró, para lamentar después que lleva "ya demasiado tiempo escuchando que el anterior ministro se equivocó".

Por otro lado, criticó que el sistema eléctrico español tenga “un montón de impuestos”, y puso como ejemplo las centrales hidroeléctricas que tienen un gravamen del 25%, al que se suman impuestos municipales.

Además, sostuvo que “si hubiera muchas más renovables automáticamente los precios se irían reprimiendo”, por lo que abogó por seguir con su introducción a la vez que se va produciendo un cierre ordenado del resto de centrales, como las nucleares, de las que denunció también su carga de impuestos.

En esta línea, recordó que en 2000 el mix energético español estaba formado por un 40% de nuclear, otro 40% de carbón y un 20% hidroeléctrico y que esto ya ha cambiado hasta reducirse la nuclear al 22% y el carbón al 18%. Además, para el futuro considera necesario que se apruebe un plan nacional de almacenamientos de energía, además de un plan de electrificación del transporte.