La OMS alerta de que uno de cada 10 medicamentos en paises pobres es deficiente o falso
- Insta a los gobiernos a tomar medidas
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La Organización Mundial de la Salud (OMS) afirmó este martes que uno de cada 10 productos médicos que circulan en países de ingresos bajos y medianos es de calidad inferior o está falsificado, con lo que las personas de estos lugares están tomando medicamentos que no pueden tratar o prevenir enfermedades.
Estos casos no son sólo una pérdida de dinero para las personas y los sistemas de salud que compran esos productos médicos, sino que que estos pueden causar enfermedades graves o incluso la muerte, según una investigación de la OMS.
El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, indicó que “las medicinas subestándar y falsificadas afectan particularmente a las comunidades más vulnerables". "Imaginar a una madre que deja de comer u otras necesidades básicas para pagar el tratamiento de su hijo, sin saber que los medicamentos son de calidad inferior o falsificados, y luego ese tratamiento causa la muerte de su hijo es inaceptable. Los países han acordado medidas a nivel mundial, es hora de traducirlas en acciones tangibles", añadió.
Desde 2013, la OMS ha recibido 1.500 informes de casos de productos de inferior calidad o falsificados, de los cuales los antipalúdicos y los antibióticos son los más comunes. Un 42% de los documentos provienen de África subsahariana, un 21% de América y un 21% de Europa.
Esta agencia consideró “probable” que estos casos sean sólo una pequeña fracción del total y muchos no puedan reportarse. Por ejemplo, sólo un 8% de los informes de productos de inferior calidad o falsificados remitidos a la OMS proceden de la región del Pacífico occidental, un 6% del Mediterráneo oriental y sólo un 2% del sudeste asiático.
"Muchos de estos productos, como los antibióticos, son vitales para la supervivencia y el bienestar de las personas", indicó Mariângela Simão, subdirectora general de Acceso a Medicamentos, Vacunas y Productos Farmacéuticos de la OMS, quien agregó: "Los medicamentos subestándar o falsificados no sólo tienen un impacto trágico en los pacientes individuales y sus familias, sino que también son una amenaza para la resistencia a los antimicrobianos, lo que se suma a la tendencia preocupante de que los medicamentos pierdan su poder de tratar".
DESDE 2013
Antes de 2013, no había informes globales de esta situación. Desde que la OMS estableció el Sistema Mundial de Vigilancia y Monitoreo para productos falsificados y de calidad inferior, muchos países ahora informan de medicamentos, vacunas y dispositivos médicos sospechosos. La Organización Mundial de la Salud ha capacitado a 550 reguladores de 141 países para detectar y responder a este problema, de manera que a medida que se forma a más personas se notifican más casos.
La OMS ha recibido informes de productos médicos deficientes o falsificados que van desde el tratamiento del cáncer hasta anticonceptivos y no se limitan a medicamentos de alto valor o nombres de marcas conocidas, sino que se dividen casi de manera homogénea entre productos genéricos y patentados.
Esta investigación de la OMS se basó en más de 100 trabajos de investigación publicados sobre encuestas de calidad de medicamentos realizadas en 88 países de ingresos bajos y medianos, con 48.000 muestras de medicamentos.
Esta agencia de Naciones Unidas señaló que la falta de datos precisos supone que esas estimaciones son sólo una indicación de la magnitud del problema, por lo que abogó por más investigación para calcular con mayor precisión la amenaza que plantean los productos médicos falsificados y de calidad inferior.
Sobre la base de un 10% de medicamentos falsificados y de calidad inferior, un trabajo desarrollado por la Universidad de Edimburgo (Reino Unido) calcula que entre 72.000 y 169.000 niños pueden morir cada año por neumonía debido a antibióticos no adecuados.
Un segundo trabajo realizado por la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres (Reino Unido) calcula que entre 64.000 y 158.000) muertes adicionales por malaria podrían ser causadas cada año por antimaláricos deficientes y falsificados en el África subsahariana.
Los productos médicos de calidad inferior llegan a los pacientes cuando las herramientas y la capacidad técnica para hacer cumplir los estándares de calidad en la fabricación, el suministro y la distribución son limitados.
Por otro lado, los productos falsificados tienden a circular donde una regulación y un gobierno inadecuados se ven agravados por prácticas poco éticas por parte de mayoristas, distribuidores, minoristas y trabajadores de la salud. Una gran proporción de los casos notificados a la OMS se producen en países con acceso restringido a productos médicos.
La OMS recalcó que las formas modernas de compra, como las farmacias en línea, pueden eludir fácilmente la supervisión reguladora y son especialmente populares en los países de altos ingresos, pero se necesita más investigación para determinar la proporción y el impacto de las ventas de productos médicos de calidad inferior o falsificada.
Además, la globalización está dificultando la regulación de productos médicos. Muchos falsificadores fabrican e imprimen embalajes en diferentes países y envían los componentes a un destino final donde se ensamblan y distribuyen. A veces, las compañías de paraísos fiscales y las cuentas bancarias se utilizan para facilitar la venta de medicamentos falsificados.
"La conclusión es que este es un problema mundial. Los países deben evaluar el alcance del problema en el hogar y cooperar regional y globalmente para evitar el tráfico de estos productos y mejorar la detección y la respuesta", concluyó Simão.
(SERVIMEDIA)
28 Nov 2017
MGR/gja