La cuantía total de las indemnizaciones pendientes de pago es de 30.000 millones de pesetas, pero dos terceras partes corresponden a expropiaciones realizadas este año, cuyo abono es menos urgente.

Borrell se mostró partidario de satisfacer rápidamente las deudas del año pasado, traspasando al Plan General de Carreteras parte de los presupuestos destinados inicialmente aldesarrollo del ferrocarril.

Por otra parte, el ministro confirmó que el Plan General de Carreteras iniciado en 1984 costará 2,5 billones, un billón más de lo estimado en 1988, y que terminará en 1993, en vez de en 1991, como estaba previsto.

En su opinión, el atraso en la ejecución del plan no supone un gran problema, pero sí el billón adicional necesario para financiarlo. Borrell señaló que habrá que buscar un punto de equilibrio entre la financiación mediante impuestos y peaje.

El ministroseñaló que las dos terceras partes de las autovías construidas con el Plan General de Carreteras tienen la calidad de autopistas y la Administración las considerará así a la hora de señalizarlas.

Actualmente, las autovías del plan que han entrado en servicio tienen una longitud de 1.687 kilómetros, un 47,5 por cien del total. Un nivel de cumplimiento semejante tienen el resto de los programas del plan, dirigidos al acondicionamiento y conservación de carreteras y la mejora del medio urbano afectado po el paso de las mismas.

Aseguró que el esfuerzo realizado en el último quinquenio en este plan "no tiene precedentes en el mundo occidental" y que "hay que quitarse el sombrero" al considerar que, entre 1984 y 1993 la red de carreteras con más de 9 metros de anchura pasará de 8.400 a 15.600 kilómetros.

NUEVO PLAN FERROVIARIO

En su comparecencia ante la Cámara Baja, el ministro anunció también que en el plazo de un año presentará un nuevo Plan de Transporte Ferroviario (PTF), en sustitución del ue el Gobierno aprobó en abril de 1988.

Borrell recalcó que, en lo que se refiere a la alta velocidad, el único proyecto previsto para 1992 es el tramo entre Madrid y Sevilla, que entrará en funcionamiento antes de que se inaugure la Exposición Universal.

Los plazos de ejecución de los demás proyectos del tren de alta velocidad serán reconsiderados en el nuevo PTF, que estará ultimado antes de octubre del año que viene, para que sus previsiones puedan incluirse en los Presupuestos del Estado para1993.

En el turno de portavoces, el Grupo Popular fue el más crítico con la intervención del ministro y censuró al Gobierno por haber incumplido los plazos en la realización del Plan de Carreteras y por los "cambios continuos" en política ferroviaria.

El PP puso en duda que el Gobierno pueda ajustarse a los nuevos plazos para culminar el programa de autovías, dado que los tramos que quedan por realizar son los más dificiles de ejecutar y los más caros de expropiar, al corresponder a trazados próxmos a grandes ciudades.

En su réplica, Borrell acuso al PP de incurrir en una "peligrosa esquizofrenia fiscal", al reclamar al mismo tiempo la potenciación de las infraestructuras y reducción del gasto público. "Que me den la presión fiscal francesa y les daré las infraestructuras de los franceses", señaló.