En la cabezera de la manifestación estuvieron el candidato socialista José Borell y el presiente de Inciativa per Catalunya, Rafael Ribó, junto a los máximos responsables de los sindicatos en Cataluña.

Las intervenciones de Josep María Alvarez, secretario general de UGT, y de Joan Coscubiela, secretario general de CCOO, se centraron en las reivindicación de la reducción de la jornada, la regulación inmediata de las empresas de trabajo temporal y el fin de la guerra en Yugoslavia, que afecta, en primer lugar, a los trabajadores y a la población civil en general.

La pancart "Más y mejor ocupación. 35 horas" abría la manifestación que comenzó en plaza de Cataluña y finalizó frente a la catedral. Lemas como "Sí, sí, sí, volems las 35", "Ni bombardeos ni limpieza étnica, queremos la paz" fueron coreadas por los miles de asistentes.

Los sectores juveniles más radicales pedían sin embargo "más luchar y menos pactar", o "nos hace falta ya una huelga, una huelga, nos hace falta ya una huelga general".

Poco después de iniciarse la marcha, un grupo de una docena de jóvenes taviados con bolsas de basura roció la calle con varios sacos de tierra fértil para plantas, con el fin de obstruir el paso a los manifestantes y protestar por la actitud "demasiado dialogante", a su juicio, de las cúpulas sindicales con la patronal y el Gobierno.

Los jóvenes, pertenecientes al Colectivo de Juventudes Comunistas, fueron reducidos tras recibir unos cuantos empujones de los servicios de seguridad de la manifestación, tras lo cual se retiraron.

Sin más incidentes, los manifestantes e congregaron en la plaza de la Catedral de Barcelona, donde escucharon, además de a los secretarios generales de las dos principales centrales sindicales, a dos sindicalistas, unos colombiano y otro salvadoreño, represaliados en sus respectivos países.

El candidato socialista, José Borrell, afirmó, al inicio de la protesta, que aunque el Gobierno afirma que la creación de empleo es su prioridad, no está creando más puestos de trabajo que los que creó el gobierno socialista en la segunda mitad de los ños ochenta.

NO TIENE MERITO

Consideró que las fuertes tasas de creación de empleo están vinculadas a momentos expansivos de la economía española y mundial y, por tanto, restó protagonismo al Ejecutivo en este logro.

En cambio, denunció que ahora "los parados de larga duración soportan un paro más largo, las mujeres tienen más dificultades para incorporarse al mercado de trabajo y los jóvenes soportan condiciones de precariedad absolutamente insoportables".

Borrell recordó que ya en otras casiones ha asistido a la manifestación del Primero de Mayo y destacó que es "oportuno" que los representantes del PSOE estén en actos donde los trabajadores manifiestan su voluntad de defender sus derechos. "Me parece lo más normal del mundo", dijo.

Por su parte, Rafael Ribó denunció que España va bien "sólo para Gas Natural y para una serie de sectores financieros importantes que son los que gozan de una mayor protección".

Según dijo, "los datos macroeconómicos son buenos, pero la distribución e la riqueza y el bienestar social tienen enormes isletas, y este Gobierno no quiere abordarlas porque no entra en sus cálculos ni en sus intereses".