Tras su comparecencia en la Comisión de Cultura del Congreso, Zugaza afirmó que es natural que surjan "novedades" en un proyecto que no aborda obras de nueva planta, sino en un edificio histórico como el Prado.

A su juicio, el arquitecto encargado del proyecto, Rafael Moneo, está desarrollando un trabajo "extraordinario" y todos los cambios que se han acordado introducir "enriquecen" la ampliación.

Entrando al detalle, Zugaza dijo que ha sido preciso cambiar el tipo de piedra utilizada en el pavimento (de Colmenar de trama sencilla a espiga) y que ha costado 1,2 millones de euros, porque ya no se encontraba el material decidido originariamente.

En cuanto a un incremento en el coste provocado por una medición errónea que se había hecho (3.000 metros en lugar de 300), admitió que ahí no hay justificación. "Alguien se ha equivocado", señaló.

El responsable del Prado confió en que las obras terminen "cuanto antes", pero no quiso pronunciarse sobre la fecha estimada del próximo otoño que hoy planteó el subsecretario de Cultura, Antonio Hidalgo.