Accesibilidad
Un joven con tetraplejia lleva tres meses encerrado en su casa de Catarroja en Valencia tras la dana
- El ascensor de su casa quedó destrozado por la inundación y todavía no ha sido reparado
- Hoy justo se cumplen tres meses de la catástrofe provocada por la dana el 29 de octubre de 2024
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Iván Alemany lleva 90 días contemplando la vida a través de la ventana de su domicilio en Catarroja, donde las inundaciones provocadas por la dana le dejó aislado del exterior hace tres meses. Desde entonces, vive sobre una silla de ruedas motorizada, en un primer piso y con un ascensor destrozado por la catástrofe.
Hace justo tres meses que la dana causó 224 víctimas, a las que hay que sumar dos operarios que murieron en las tareas de limpieza, mientras aún continúan tres personas desaparecidas. Y luego están las víctimas silenciosas de las inundaciones de Valencia. Personas como Iván, con una tetraplejia al que la dana secuestró (encerrado en su domicilio) hace hoy 90 días.
Este joven de 35 años reside en Catarroja junto a sus padres y depende de su silla de ruedas motorizada y de un respirador para vivir desde que a los 17 tuvo un accidente de tráfico que le produjo una grave lesión medular.
A tan solo una semana de cumplir 18 años, cuenta Iván en una entrevista a Servimedia que su vida “quedó paralizada”. “Pasé dos meses en el Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo. Después de aquello mi familia decidió trasladarse a vivir a Valencia y nos instalamos en un primer piso en Catarroja”.
“UN ASCENSOR QUE NUNCA LLEGA”
Recuerda que hace tres meses el agua llegó hasta la primera altura de la finca y, desde entonces, el ascensor está averiado. “Sin ascensor estoy atrapado en mi propia casa. Llevo tres meses sin este elemento tan importante para salir de casa, al mundo exterior, y hacer mi rutina como cualquier otra persona", se lamenta. “Hemos adelantado una parte del coste total del arreglo porque si no la empresa decía que no veía a arreglarlo. Después hemos firmado un contrato, y seguimos igual con un ascensor que nunca llega”.
A lo largo de este tiempo, en su desesperación por recuperar autonomía y volver poco a poco a la normalidad, Alemany puso en marcha una campaña de 'gofundme.com' en las redes sociales, auspiciada por el activista a favor de la ELA Jordi Sabaté.
Logró recaudar algo de dinero que sumó a los 3.000 euros que la Administración le concedió para adaptar un nuevo vehículo, pues Iván también vio cómo la riada se llevaba su coche. “Pero con esa cantidad tampoco cubro el coste de las adaptaciones que asciende a 10.000 euros. ¿Y además qué hago con un coche adaptado si no puedo bajar al garaje a cogerlo?”, agrega.
Mientras en Catarroja sus vecinos van despertando a la vida y saliendo del lodo, Iván se desespera. “Lo he probado todo. Un salvaescaleras, una especie de oruga para bajar, pero todas las posibles soluciones encuentran una traba al hacer el giro en descansillo”. Cuando se cumplieron 80 días de su confinamiento grabó este video que compartió en las redes sociales en el que denunciaba la situación en la que se encontraba.
Iván tiene 35 años y una gran discapacidad, pero eso no impide que esté está lleno de planes y de ilusiones. De hecho, lo que peor lleva es “no poder asistir a los ‘entrenos’ de su equipo de ‘boccia’”. Este es un deporte que practican personas en silla de ruedas con parálisis cerebral, lesión cerebral o discapacidad física severa. “Acaba de empezar la liga y ya me he perdido varios partidos”, se lamenta desde el encierro de tres meses en su casa.
Alemany empieza a estar cansado de mirar a través de una ventana tan solo porque alguien ha decidido que arreglar el ascensor de su finca no es prioritario. No se trata de recuperar un elemento de comodidad. En este caso, el ascensor de Iván es una puerta que se abre para bajarle a la vida.
(SERVIMEDIA)
29 Ene 2025
AOA/pai