Zaplana intervino hoy como invitado de honor en la presentación del libro "El tercer disparo" del eurodiputado popular Luis Herrero, que hace con esta publicación su primera incursión en el mundo de la narrativa de ficción.

Había expectación entre la prensa por la aparición de Zaplana casi un año después de que dejara el Grupo Parlamentario Popular para convertirse en el responsable para toda Europa de la multinacional Telefónica.

Aunque en un primer momento aseguró a los periodistas que no iba a hacer ningún tipo de referencia a la actualidad política y rechazó hacer ningún tipo de manifestación sobre los trajes del presidente valenciano, Francisco Camps, su intervención en la presentación del libro no defraudó.

Tras elogiar la figura política de Herrero, aseguró que su gran valor es el de mantener una "visión crítica tantas veces silenciada" en virtud de "no se qué valor superior", como también le ha ocurrido a él mismo.

MÁRKETING POLÍTICO

Ese sometimiento a los designios del partido y la renuncia a los propios valores está haciendo, bajo su punto de vista, que "la política se convierta cada vez más en una operación de márketing", de manera que la "frescura y los valores que debieran estar por encima de todo, pasen a un segundo plano".

Defendió la figura del político que se mete "en charcos" como una "virtud y no como un defecto" e insistió en que "algo falla en un sistema político cuando no se reconoce esa forma valiente de compromiso y liderazgo" que implica la defensa de las convicciones por encima de todo.

A juicio de Zaplana, "quien ve la política como el ejercicio de no equivocarse tiene una visión bastante pobre" sobre la actividad pública que, sin embargo, "está bastante extendida".

El primer paso para ir en contra de esa tentación de inactividad para no equivocarse y permanecer en el poder es "abrir puertas y ventanas a la participación".

Zaplana dijo que aunque él ha hecho amigos en política, es cierto que "la traición, el egoísmo y el interés personal existen y se manifiestan con cierta frecuencia". En todo caso, dijo, "estar por estar en política" hace que la actividad pública pierda el elemento "fundamental que la ennoblece".

El ejecutivo de Telefónica rechazó en todo momento pronunciarse sobre la amenaza de Mariano Rajoy de presentar una moción de censura contra el Gobierno socialista y rechazó también pronunciarse sobre los trajes de Camps porque "todo lo que diga sería utilizado en mi contra".