Zaplana, que hizo hoy este anuncio a un grupo de periodistas en la Cámara Baja, señaló que antes de Navidades ya había adelantado esta decisión al líder del Partido Popular, Mariano Rajoy, y ayer mismo tuvieron una reunión para cerrar este asunto.

Aseguró que apartarse "es lo más sensato y lo más conveniente" para el partido en estos momentos, porque "lo mejor es dar entrada a una nueva persona que dirija el grupo parlamentario y lleve a cabo una renovación".

Zaplana adujo que, tras la derrota en las elecciones generales del 9-M, toca abrir "una etapa nueva y marcar una estrategia" diferente a la desarrollada durante estos últimos cuatro años.

"Ni era lo más conveniente para el partido ni a mí me apetecía seguir", dijo Zaplana, quien no quiere aceptar "ninguna responsabilidad" en la próxima legislatura porque considera que "hay que saber quitarse de la primera fila cuando toca".

Una de las posibles salidas de Zaplana sería ocupar un puesto de vicepresidente en la futura Mesa del Congreso, pero el portavoz popular estaría dispuesto a rechazarlo porque prefiere quedarse como "diputado raso".

EL FUTURO PORTAVOZ

Fuentes de la dirección nacional del PP explicaron a Servimedia que Zaplana y Rajoy se reunieron para intercambiar opiniones sobre la persona que debe dirigir en adelante el Grupo Parlamentario Popular del Congreso.

Rajoy se limitó a pedir consejo a Zaplana sobre los requisitos que debe cumplir el nuevo portavoz. Para el puesto, han aparecido los nombres de Soraya Sáenz de Santamaría, Esteban González Pons y Manuel Pizarro.

Según estas mismas fuentes, el consejo de Zaplana fue apostar por alguien con "peso político y liderazgo" para abanderar la labor de oposición, coordinar la labor de los 154 diputados obtenidos por el PP y negociar con el resto de los grupos.

Además, propuso una mayor coordinación entre el grupo parlamentario y el aparato del partido para evitar solapamiento de tareas.

En el PP son conscientes de los roces que se han producido estos últimos años entre distintas áreas del Congreso y de Génova por tener a personas diferentes realizando tareas parecidas en cada sitio.

Con todo esto, las fuentes consultadas aseguraron que, con el comienzo de la nueva legislatura, es necesario analizar las causas de la derrota, renovar los cargos de dirección y cambiar las ideas oportunas.