Zaplana destacó en rueda de prensa que la retirada política de Rodríguez Ibarra se suma a la de José Bono, que en abril abandonó sus responsabilidades en el Ministerio de Defensa aduciendo motivos familiares, y a la de Francisco Vázquez, que dejó el Ayuntamiento de La Coruña para ser embajador en el Vaticano.

"Unos se van de embajadores, otros se van a su casa, otros se inventan cualquier excusa", dijo. Además, el portavoz popular adujo que los más discrepantes con las políticas de José Luis Rodríguez Zapatero "se quitan de enmedio" o de lo contrario "les ponen la mordaza y aguantan cobardemente en la cámara, desahogándose en el bar o en los pasillos".

Zaplana, que reconoció haber tenido en el pasado "polémicas tremendas y complejas" con Ibarra, lamentó que no repita como candidato uno de los dirigentes socialistas que ha coincidido con el PP en criticar algunas decisiones del Gobierno de Zapatero.

"Más allá de roces personales y disputas políticas, uno tiene cierta idea de responsabilidad de lo que tiene que ser su país y España, tiene una convicción patriótica y le da pena que algunos hechos se produzcan", dijo.

Parafraseando la cita del derechista José Calvo Sotelo durante la II República en la que prefería "una España roja antes que rota", Zaplana fue más allá al asegurar que "no apuntaron bien" aquellos "liberales", porque Zapatero está dejando España "roja y rota" al mismo tiempo.

Finalmente, manifestó que la posible victoria del Partido Popular en las elecciones autonómicas extremeñas puede ser "una causa más" para que Rodríguez Ibarra se retire, ya que las encuestas que maneja el partido dicen que "hay un cierto riesgo (para el PSOE) de perder las elecciones".