Zaplana declaró, en una pregunta parlamentaria en el Congreso a la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, que en el Partido Popular piensan insistir, "solos o acompañados", en el esclarecimiento de la masacre de Atocha, sin importarles que el resto de los grupos del Congreso rechacen sus iniciativas.

A su juicio, la alianza de todos los demás partidos supone "uno de los actos de mayor gravedad en un régimen parlamentario intentando amordazar las iniciativas de mi grupo", por lo que preguntó a De la Vega si "no cree que existe una evidente contradicción entre hablar del ejercicio de los derechos democráticos y al mismo tiempo intentar pisotearlos".

Zaplana recordó que el presidente del Gobierno se comprometió en la campaña electoral y en su discurso de investidura a hacer del Parlamento el centro de la vida política, mientras que ahora ha acordado con el resto de los partidos rechazar las iniciativas del PP sobre el 11-M.

El portavoz popular señaló que al Gobierno "le gustaría que la oposición no ejerciera sus responsabilidades", pero avisó de que, "para su desgracia, eso no va a ser así". "No dejaremos de controlar al Gobierno y a denunciar sus errores y sus abusos", apostilló.

"En ningún momento vamos a dejar de seguir defendiendo el derecho a manifestarse sin ser detenido ilegalmente, nunca dejaremos de defender el derecho de consumidores y accionistas a pesar de los compromisos y caprichos de su gobierno. Vamos a seguir defendiendo siempre que las normas se adapten al texto constitucional, vamos a seguir denunciando que si nos desborda la inmigración es por su culpa y responsabilidad, vamos a seguir defendiendo a los medios de comunicación sin que ustedes lo critiquen, vamos a defender todas las instituciones, también la de Defensor del Pueblo", dijo.

Por su parte, De la Vega advirtió al portavoz popular de que acabará quedándose "solo" en esa búsqueda de la verdad del 11-M y reivindicó que el Gobierno defiende y protege todos los derechos que marca la Constitución.

La vicepresidenta, que leyó varios de los principales derechos que establece la Carta Magna, reprochó a Zaplana que haga "acusaciones sin prueba" con el único objetivo de imponer a los españoles su "pensamiento único".