Zaplana aprovechó el anuncio del abandono de las armas por parte del IRA, sobre lo que se limitó a dar la bienvenida a cualquier avance que contribuya a la paz y la normalización, para criticar la política antiterrorista del Gobierno en los pasillos del Congreso de los Diputados tras la reunión de la Diputación Permanente.

"Lo que me preocupa realmente es la situación de España, y no perderé oportunidad de denunciar que el camino emprendido por el Gobierno español de diálogo con los terroristas, de intentar abandonar o dejar de utilizar una vía policial que se había demostrado tremendamente eficaz en los últimos años para derrotar el terrorismo es una gran equivocación", avisó.

Insistió en que el Gobierno "ha roto el acuerdo porque se ha apartado del Pacto Antiterrorista de forma unilateral, quiere hacer un recorrido en solitario, y probablemente a estas alturas ya se esté empezando a dar cuenta de que ese recorrido es imposible".

"La banda terrorista y criminal ETA no va a ceder a cambio de nada, es una ingenuidad pensar que los asesinos de pronto, de la noche a la mañana, sin nada a cambio, van a dejar las armas", prosiguió, para preguntarse por qué el Gobierno "ha emprendido ese camino disparatado".

Para Zaplana, la intensificación de la "kale borroka" tiene que ver "con esa moral que los terroristas de ETA están cogiendo en los últimos tiempos", porque después de pasar por sus "horas más bajas, la peor coyuntura, ahora están cogiendo brío, están cogiendo estímulo, están ocupando de nuevo las calles del País Vasco".

Concluyó que "en la lucha contra el terrorismo, pero en la lucha de verdad, (el Gobierno) nos va a encontrar siempre, siempre vamos a estar a su lado, siempre vamos a estar comprendiendo los errores, los fallos y vamos a estar apoyándoles, siempre y cuando se quiera de verdad acabar con el terrorismo, y no se establezcan precios políticos y pagos a los asesinos, porque de esa forma no acabaríamos jamás con el terrorismo".