El acuerdo se cerró en la reunión de alto nivel entre ambos países celebrada hoy en Zaragoza con la presencia del presidente español y el primer ministro francés, Fran‡ois Fillon, y también de las autoridades de las regiones fronterizas, en el caso español los presidentes de Cataluña, Aragón y Navarra, no así del País Vasco, cuyo gobierno estaba centrado en la votación parlamentaria de la consulta de Ibarretxe.

En el texto no se especifica la fecha de entrada en funcionamiento de esa interconexión, aunque España hablaba de 2011, y ésa fue la fecha expresamente señalada por Rodríguez Zapatero en la rueda de prensa junto a Fillon.

La nueva interconexión, subrayó el presidente, es la primera acordada desde el inicio de la democracia, la última data de 1970, y llevaba más de veinte años "en los papeles y en los despachos", pero ya se ha hecho realidad.

Permitirá incrementar el flujo eléctrico entre ambos lados de la frontera y Rodríguez Zapatero aseguró que proporcionará seguridad energética a muchas regiones, sobre todo a Cataluña y especialmente a Gerona. El presidente agradeció por ello la mediación del ex comisario Mario Monti y del presidente francés, Nicolas Sarkozy, por cumplir la palabra que le dió incluso antes de llegar al Elíseo.

Serán unos sesenta kilómetros de línea de alta tensión soterrada, más o menos la mitad en cada país, y según Rodríguez Zapatero no existe previsión de soterrar más de lo que ya se ha acordado.

Fillon aseguró que se ha logrado resolver la ecuación que dificultaba el acuerdo, trazar la línea pero "sin estropear el Pirineo", una zona "frágil" desde el punto de vista medioambiental en cuya defensa se levantaron municipios y ecologistas de ambos lados de la frontera y que finalmente se protegerá.

Esa protección se hará gracias al soterramiento, que eleva sustancialmente el coste del proyecto. Fillon comentó que es aficionado al alpinismo en Pirineos y por ello no se quejará del coste.

Fillon calificó de "excelentes" las relaciones bilaterales, plasmadas por ejemplo en el respaldo "cerrado" que Rodríguez Zapatero comprometió para la presidencia francesa de la Unión Europea.

Hay coincidencia en dar tiempo a Irlanda para encontrar una salida a su rechazo al Tratado de Lisboa y en impulsar lo que fue el Proceso de Barcelona y las relaciones con la ribera sur del Mediterráneo.

Además de la interconexión eléctrica, de la reunión salieron varios acuerdos más en materia de intercambio y transporte de gas, de cooperación sanitaria y también para la explotación de un servicio de transporte ferroviario de viajeros transfronterizo y de alta velocidad entre Francia y España a través del nuevo enlace Figueras-Perpiñán.

La región francesa de Languedoc-Rosellón aprovechó la reunión de las delegaciones para exponer ante Rodríguez Zapatero su oferta de trasvase desde el Ródano hasta Cataluña aprovechando la infraestructura hasta Perpiñán que ellos ya planifican.

Las autoridades de esta región explicaron tras la reunión que el presidente español se había comprometido a estudiar esa posibilidad y, en rueda de prensa junto a los demás presidentes regionales españoles y franceses, el responsable de la Generalitat de Cataluña, José Montilla, se mostró "encantado de conocer" ese proyecto pero subrayó que su prioridad está en las desaladoras para no depender de la climatología.