ZAPATERO RESPONDE A LA IGLESIA: "DE PEQUEÑOME ENSEÑARON QUE A QUIEN MADRUGA DIOS LE AYUDA"
- Asegura que algunos partidarios del "sí" parecen estar "enfriando los ánimos en vez del champán"
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El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, respondió hoy a las acusaciones de precipitación en la convocatoria del referéndum de la Constitución europea lanzadas por la Iglesia con un irónico recordatorio.
"¿No dicen que a quien madruga Dios le ayuda? A mí me lo enseñaron de pequeño".
Rodríguez Zapatero participó hoy en un acto público en Valencia incluido en la campaña del PSOE para pedir el "sí" en el referéndum de la Constitución europea, en el que también estuvieron el secretario general de los socialistas valencianos, Joan Ignasi Pla, y la diputada por ValenciaCarmen Alborch.
Sus primeras palabras fueron para responder a la posición expresada por la Conferencia Episcopal ante este referéndum, justificando la abstención de los católicos al entender que la cita en las urnas se ha convocado con precipitación.
Sin nombrar a la Iglesia, el presidente se dirigió a quienes denuncian esa precipitación. "¿No dicen que a quien madruga Dios le ayuda? A mí me lo enseñaron de pequeño". "¿Qué dirían si lo hubiéramos convocado los últimos?", añadió.
En contra de ese mensaje lanzado por la Iglesia, el presidente dijo a los ciudadanos que tienen ante sí una oportunidad histórica para que España "no llegue tarde de nuevo" al progreso y al bienestar.
Tampoco citó a nadie cuando pidió a los ciudadanos que no se dejen llevar "por élites que nunca han apreciado ni confiado en su pueblo, que casi siempre nos han llevado al oscurantismo, que han pensado casi siempre en ellos mismos".
Si el Gobierno ve "enormes expectativas" en el futuro de esta Constitución en España, aseguró, es porque aprecia y confía en los españoles, y como "pueblo sabio", respaldará una Constitución que es, ante todo, un proyecto, unos valores, unos principios, más allá del contenido de artículos concretos.
"NI GUERRAS NI DICTADURAS"
Dirigiéndose especialmente a los mayores, les recordó que Europa vivió en su territorio dos grandes guerras durante la primera mitad del siglo XX y multitud de enfrentamientos entre sus pueblos, pero esta Constitución puede garantizar para las generaciones futuras una Europa "sin guerras y sin dictaduras".
"¿Alguien puede dudar, quedarse frío, ante el poder decir a los jóvenes que ahí tienen una patria de cuatrocientos cincuenta millones de habitantes sin guerras y sin dictaduras?", se preguntó.
Votar a favor en el referéndum, dijo a los electores, es dar una oportunidad a una Europa fuerte, unida, y respaldar con ello la paz, la democracia, la libertad, el progreso, la tolerancia y la solidaridad, valores defendidos por un grupo de "idealistas, utópicos", que decidieron trabajar por la unión de los europeos después de su sangriento enfrentamiento.
Para lograr ese respaldo, Rodríguez Zapatero comprometió todo su empeño, quizá porque, según dejó caer él mismo, hay algunos supuestos defensores del "sí" que "en vez de enfriar el champán para celebrarlo, parecen estar enfriando los ánimos".
A quienes se muestran escépticos ante esta Constitución porque no refleja íntegramente su ideología, el presidente les advirtió de que la mayor grandeza de este texto es, precisamente, que en él caben "los de izquierdas y los de derechas".
El 20 de febrero, dijo Rodríguez Zapatero, los ciudadanos pueden hacer en las urnas "un gran acto de convivencia, de futuro, de unidad de Europa, pero también de unidad de los españoles", porque casi todos están a favor de Europa y de esta Constitución, y la prueba es que los defensores del "no" están haciendo campaña "no muy convencidos", aseguró.
Rodríguez Zapatero dedicó una parte de su intervención a desgranar las medidas del Gobierno para los ciudadanos valencianos después de que Pla enumerara algunos de los problemas de esta comunidad, aunque entre ellos no mencionó la lengua. De hecho, Pla pronunció la mayor parte de su discurso en valenciano con el beneplácito, aseguró, del presidente del Gobierno.
"Es fácil entender a un pueblo que tiene tanta buena fe como el valenciano", le dijo después Rodríguez Zapatero desde la tribuna, aclamado por los asistentes.
El inicio de la intervención de Rodríguez Zapatero se vio afectado por la irrupción de un pequeño grupo de personas que comenzó a gritar desde las gradas "PSOE y PP, unidos por el capital", y que fueron rápidamente desalojados por el personal de seguridad. El resto del público respondió con proclamas "presidente, presidente", mientras Rodríguez Zapatero prosiguió su discurso sin hacer referencia alguna a lo sucedido.
(SERVIMEDIA)
05 Feb 2005
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