En su réplica al turno de la oposición, Zapatero echó mano de un discurso pronunciado por José María Aznar el 17 de diciembre de 2003, cuando se preguntó, ante el Pleno del Congreso, tras una 'cumbre' europea: "¿Es buena noticia que una región española pase del 75% del PIB y deje de ser Objetivo 1?. Es una buena noticia, salvo que se quiera condenar a todas las regiones a ser pobres".

Zapatero ironizó con esa contradicción entre el actual mandatario popular y su antecesor, para afirmar: "Le felicito que, por una vez, no haga lo mismo que él".

El líder socialista sostuvo que en la última reunión del Consejo Europeo, el viernes pasado por la noche, "España dijo no dar por buena" la última oferta, pero estaba dispuesta "a seguir negociando las perspectivas, porque desde nuestra perspectiva había posibilidad de acuerdo".

Desmentía así las informaciones que hablaban de un plante, no sólo de Gran Bretaña y Dinamarca, países contribuyentes, sino también de España, pero por motivos distintos.

Hubo varios países, prosiguió Zapatero, que dijeron que ya no había tiempo y que ya no había espacio. "Yo no quiero decir que son los responsables, porque vamos a tener que entendernos mañana", advirtió el presidente desde la tribuna del Congreso.

El jefe del Gobierno anticipó a la Cámara que, cuando España consiga los fondos tras la próxima "cumbre", "lógicamente esos fondos de cohesión tendrán que estar destinados a aquellas regiones que tengan pérdida".

No quiso decir, eso sí, en qué "es más favorable el saldo para nuestro país" por discrección en la defensa de los intereses españoles.

"Sabemos muy bien que las circunstancias políticas del 'no' francés y Países Bajos comprometieron y condicionaron un acuerdo en perspectivas financieras", admitió, para llegar a la conclusión de que "es muy difícil que en un día se pueda resolver" aquello sobre lo que ha habido enfrentamiento hasta horas antes del jueves pasado, día de inicio de la "cumbre" comunitaria.

CONTRARIO A LAS RONDAS BILATERALES

Y en cuanto a las críticas que ha suscitado por parte del líder del PP y de portavoces como el de CiU, Josep Antoni Duran i Lleida, acerca de que Zapatero no tuvo capacidad de interlocución con el resto de mandatarios europeos, el presidente español lo negó de plano.

"El liderazgo que hay que conceder a la Presidencia de turno es determinante. Discrepo de aquéllos que puedan interpretar como política inteligente, constructiva, el andar visitando capitales en los días previos, haciendo declaraciones públicas y fomentando desencuentros", advirtió José Luis Rodríguez Zapatero.

Criticó directamente a Rajoy por decir que sólo intervino tres veces a lo largo de todo el Consejo de Bruselas, y que sus intervenciones fueron "irrelevantes". Zapatero instó al líder popular a que "ni fabule ni dé datos inciertos sobre las intervenciones del presidente del Gobierno".

Posteriormente llegó a decir que está dispuesto a proporcionar al presidente del PP "un listado" con todas sus intervenciones.

"No siento ninguna vergüenza de haber participado en el Consejo Europeo y no considero que la UE tenga una grave crisis", replicó a Rajoy, quien, previamente, y usando unas palabras del luxemburgués Jean Claude Juncker, había definido así lo ocurrido. "Tenemos que ser mucho más ponderados en el juicio y en el análisis", agregó el jefe del Ejecutivo.

"A algunos les encanta la crisis, son profesionales en inaugurar catástrofes y hay un grupo que tiene la patente más clara, que es el PP", manifestó José Luis Rodríguez Zapatero, entre los aplausos de su grupo.