ZAPATERO REPLICA A AZNAR QUE LOS ESPAÑOLES NO PUEDEN ESPERAR DIEZ AÑOS Y CONTRAATACA CON UN DECALOGO ALTERNATIVO
- Señala la inmigración, el encarecimiento de la vida y el cuestionamiento de la soberanía como problemas capitales
- Acusa al Gobierno de haber fomentado la ilegalidad de los inmigrantes y desconfía de la negociación con Ecuador
- Responsabiliza a Aznar del detrioro de la Justicia y niega la existencia de un conflicto de competencias en el asunto de Liaño, por lo que pide al Gobierno "que se esté quieto"
El texto se ha copiado correctamente en el portapapeles
El secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, respondió hoy a las advertencias lanzadas por el presidente del Gobierno, José María Aznar, subrayando que los españoles no pueden esperar diez años para ver resueltos sus problemas capitales, y contraatacó a su ofensiva con un decálogo alternativo también a largo plzo, que se concretará en propuestas parlamentarias durante el próximo período de sesiones en el Congreso de los Diputados.
Rodríguez Zapatero compareció en rueda de prensa junto al secretario general del Partido Socialista del País Valenciano (PSPV-PSOE), Joan Ignasi Plá, después de la reunión de la Comisión Ejecutiva Federal en Valencia.
En esta reunión, según explicó Zapatero, la dirección socialista analizó la situación política actual diez meses después de las elecciones generales, y llegó a a conclusión de que España "necesita seguridad y progreso, y tiene un Gobierno que genera inseguridad y estancamiento".
A las palabras de Aznar pidiendo diez años para culminar su proyecto, Rodríguez Zapatero respondió con una frase. "El Gobierno lleva diez meses en posición de descanso, y ahora pide diez años para resolver los problemas. Los españoles no pueden esperar diez años", indicó.
En consecuencia, anunció la puesta en marcha de un plan global basado en diez puntos, el primero de los cuals es garantizar a los consumidores la seguridad alimentaria ante la crisis de las vacas locas. El Ejecutivo, dijo, sólo ha sabido responder con un Comité de crisis "que nace con crisis" y con la creación de una tasa bautizada ya como "impuesto loco".
En este punto, y recordando las palabras del jefe del Ejecutivo sobre su conversación con el canciller alemán, Gerhard Schroeder, Rodríguez Zapatero le invitó a obtener "la información completa" para cerciorarse de que Alemania, además de vacas locas, tiee dos ministros cesados y un "ambicioso" plan para superar la crisis y reorientar la ganadería del país.
El segundo punto de este plan es la inmigración, ante la que el Gobierno, a ojos de los socialistas, carece de una estrategia global, está "desbordado" y se limita a distinguir entre regulares e irregulares, sin darse cuenta de que todos ellos son seres humanos.
Esta actitud del PP y del Gobierno es, para Rodríguez Zapatero, la que ha fomentado la ilegalidad de los inmigrantes, que ahora apareen a miles por todo el territorio. "No puede ser uno ciego ante lo que ha hecho antes y que es causa de lo que vemos hoy", afirmó.
En este sentido, expresó su temor a que la supuesta negociación con Ecuador para regular un cupo de inmigrantes sea solo fruto de la improvisación posterior al reciente accidente de Lorca, y se preguntó qué hará el Ejecutivo si ocurre algo similar en otro lugar, con inmigrantes originarios de otro país. La conclusión es, a su juicio, la necesidad de una política global y etable.
"QUE SE ESTE QUIETO"
Otro de los aspectos clave que requieren solución urgente, en opinión del líder socialista, es el deterioro de la Justicia, ya que las excesivas dilaciones cuestionan su efectividad como derecho fundamental de los ciudadanos.
En este sentido, mereció un inciso el auto del Tribunal Supremo en relación al indulto al ex juez Javier Gómez de Liaño, conocido hace pocos días. El texto completo deja claro, a juicio de los socialistas, que no cabe un conflicto de jurisdicció porque no hay controversia, ya que cada institución ha hecho lo que le corresponde: el Gobierno ha indultado y el Supremo lo ha aplicado. Por ello, pidió al Ejecutivo "que se esté quieto".
Rodríguez Zapatero también apuntó, como uno de los asuntos clave a defender, la dignidad y la soberanía de España, amenazada ya no solo por la permanencia del "Tireless" en Gibraltar, sino por la supuesta negociación con Estados Unidos para ampliar la base de Rota.
El líder socialista hizo aquí un inciso para ecordar al Gobierno que España trata desde 1986 de reducir la presencia militar de Estados Unidos en su territorio, y nuestro país ha conseguido ya unas relaciones entre iguales, no a cambio de una contraprestación económica como si se tratara de un "subordinado".
Por este motivo, dejó ver su oposición frontal a esta posibilidad, y anunció que exigirán al Ejecutivo que explique en el Congreso hasta dónde han llegado las negociaciones para modificar un convenio que ya costó mucho renegociar en 1989.
NA VIDA "AMABLE"
Los socialistas hacen hincapié también en resolver la influencia negativa que tiene sobre los ciudadanos y sobre el sistema productivo el encarecimiento de la vida y la precariedad en el empleo, aunque en este punto se mostró partidario de respetar el proceso de diálogo social entre Gobierno, sindicatos y patronal.
Los siguientes puntos señalados por la dirección socialista son la lucha contra los malos tratos a las mujeres, que ya se han cobrado cinco víctimas en lo poco que va e año; contra la siniestralidad laboral, que se cobró otras 1.500 vidas el pasado año; y contra el deterioro de la seguridad ciudadana y vial, que dificulta cada vez más gozar de una vida "amable" en muchas ciudades españolas.
Finalmente, consideran también prioritario fomentar la promoción de viviendas protegidas para atajar el crecimiento de precios de los últimos años, que perjudica sobre todo a los jóvenes, y fortalecer el apoyo público a la educación y la cultura.
Todo esto, dijo el líder soialista en respuesta a Aznar, "no son cositas", sino problemas de los ciudadanos que los socialistas tratarán de solucionar con propuestas alternativas. "Yo comprendo que le gustaría estar diez años", comentó, en referencia al jefe del Ejecutivo, "pero eso deben decirlo las urnas".
En cuanto al tono empleado por Aznar y sus referencias a la oposición "de autobús y bocadillo", Rodríguez Zapatero abogó por "elevar el debate" sin responder "a esas querencias que a veces tiene", y se limitó a pedirle que o secunde la estrategia iniciada por "el candidatable a la sucesión" Javier Arenas.
(SERVIMEDIA)
22 Ene 2001
CLC