Los abucheos fueron protagonizados, en ambos casos, por cerca de un centenar de personas que se encontraban en una tribuna de público situada a continuación de una zona de invitados. Esta tribuna estaba situada junto al palco destinado a los Reyes y los miembros del Gobierno.

Ese grupo de personas abuchearon a Zapatero y profirieron gritos de "fuera, fuera" cuando el presidente se bajó del coche oficial, momento en el que fue recibido por el ministro de Defensa, José Bono, y otras autoridades. Este incidente tuvo lugar antes de que llegasen al lugar los miembros de la Familia Real.

El episodio se repitió al término del desfile, cuando desde la misma tribuna se volvieron a lanzar abucheos al paso de varios coches oficiales que abandonaban la Plaza de Colón, entre los que estaban los de ministros del Ejecutivo y los del propio Zapatero, cuyo vehículo, a diferencia de los otros, estaba identificado con un banderín con la enseña nacional.

Los silbidos se vieron atenuados finalmente cuando en la zona en la que se encontraban estas personas empezó a escucharse música a través de la megafonía oficial que se había empleado durante el acto.

A continuación, los presidentes autonómicos y otras autoridades abandonaron también la Plaza de Colón en varios autobuses de la Empresa Municipal de Transportes de Madrid, que los trasladaron al Palacio Real para participar en la recepción que daban los Reyes con motivo de la Fiesta Nacional.