ZAPATERO PROCLAMA ANTE SARKOZY EL OBJETIVO DE QUE LA PRESIDENCIA ESPAÑOLA DE LA UE SEA "LA DE LA RECUPERACIÓN" ECONÓMICA
- Sarkozy asegura que España estará en la reunión del G-20 de Nueva York
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El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, proclamó hoy ante el presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, el objetivo de que la Presidencia española de la Unión Europea en el primer semestre de 2010 sea "la de la recuperación" económica.
La rueda de prensa de los dos mandatarios tras la cumbre bilateral estuvo marcada por los elogios recíprocos. Rodríguez Zapatero se refería a Sarkozy como "el mejor amigo de España que se puede tener, amigo fiel" que colabora ante problemas históricos y de cara al futuro.
"Carla y yo", aseguraba después Sarkozy, consideran muy importante, conmovedor y relevante el respaldo sentido entre la clase política y los ciudadanos españoles.
Rodríguez Zapatero agradeció de forma reiterada el respaldo de Francia, y "singularmente" de Sarkozy frente a ETA, que de hecho servirá como modelo para estrechar la colaboración ante otras formas de delincuencia organizada.
La crisis económica fue el gran asunto sobre la mesa y ante el que ambos constataron coincidencia en el análisis y en el hecho de que ese debe ser el gran reto de la Unión Europea.
El presidente español recordó que la Presidencia francesa fue "un gran éxito" que achacó en gran parte al "liderazgo y determinación" de Sarkozy, por lo que solicitó expresamente su respaldo para ese semestre de 2010. Será "total", le aseguró después el presidente galo.
La española "ha de ser la Presidencia de la recuperación", aseguró Rodríguez Zapatero, y del desarrollo del nuevo modelo de crecimiento. Sarkozy no precisó si comparte que pueda ser así, pero sí el hecho de que ese sea el objetivo.
NO A RECETAS "PERJUDICIALES"
Al ser preguntado por la posible necesidad de unidad nacional en cada país para hacer frente a la crisis, Rodríguez Zapatero reiteró que ante una crisis internacional novedosa "no valen las recetas anteriores", de modelos que se han demostrado "inútiles, cuando no perjudiciales".
De forma singular expresó sus recelos a "desregular" el mercado laboral cuando se están comprobando los daños de la falta de regulación financiera, y defendió de nuevo las inversiones públicas ante la parálisis de la inversión privada.
Subrayó que apenas han pasado tres meses desde la aprobación de las principales medidas, y pidió por ello un esfuerzo para entender que su llegada al tejido económico "necesita un tiempo".
Ambos coinciden, además, en la necesidad de un "gobierno económico" de la Unión Europea paralelo al mercado común, al euro o a la independencia del Banco Central Europeo.
"El mundo necesita una España que ejerza sus responsabilidades a nivel internacional", aseguró Sarkozy, y el eje París-Madrid-Londres es "una convicción profunda" de Francia y además "independientemente" de quien gobierne en España.
Sarkozy fue contundente no sólo al defender la presencia de España en el G-20 sino al sentenciar que estará en la reunión de Nueva York como estuvo en la de Londres, porque es una de las veinte principales economías mundiales y porque no se van a modificar los participantes de entonces.
La sintonía entre ambos fue palpable y Sarkozy dejó claro que sus responsabilidades políticas rebasan las convicciones políticas de cada cual y también sus amistades entre las distintas sensibilidades políticas españolas.
Además, respondió con contundencia al ser preguntado por las supuestas declaraciones en las que cuestionaba la inteligencia de Rodríguez Zapatero. "No ha habido malentendido", aseguró, disculpando a la prensa española.
"Es un mediocre debate de politiqueo en Francia", sentenció, y una "trampa" en la que ninguno de los dos puede caer. "¿Damos la vuelta a la hoja? No lo sé, porque ni siquiera hemos abierto el libro", dijo, antes de juzgar "brillante" a Rodríguez Zapatero pese a ser también "joven".
(SERVIMEDIA)
28 Abr 2009
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