En el acuartelamiento "Primo de Rivera", se celebró el funeral oficiado por el arzobispo general castrense Francisco Pérez González. En el acto, también estaban presentes el ministro de Defensa, José Antonio Alonso, la cúpula militar y ministerial, así como el líder de la oposición, Mariano Rajoy, y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, entre otros.

Nada más llegar al cuartel y recoger el bastón de mando, Zapatero se dirigió hacia la viuda del soldado fallecido, Zaira Vilma Jiménez, para mostrarle personalmente sus condolencias.

Durante la sobria ceremonia, el arzobispo general castrense destacó la valía del difunto y de todos aquellos que se unen a las Fuerzas Armadas españolas al servicio de la patria. Entonó una oración "por aquellos que venís como inmigrantes y os ponéis al servicio de la patria".

La compañía de honores de la Brigada Paracaidista entonó su oración por el difunto y el himno de Infantería y rindió homenaje a todos los caídos en acto de servicio.

Al término del funeral, que duró aproximadamente una hora, el presidente del Gobierno impuso al soldado fallecido, a título póstumo, la Cruz al Mérito Militar con distintivo amarillo y entregó a la viuda la bandera que cubría el féretro, la boina paracaidista y la condecoración.

En todo momento, la esposa del soldado fallecido estuvo arropada por el hermano de éste, también miembro de la Brigada Paracaidista.

El cadáver de Jorge Arnaldo Hernández, nada más concluir el funeral, partió hacia la Base Aérea de Torrejón de Ardoz desde donde saldrá hacia su país, Perú, donde será enterrado. Para este traslado, el Ministerio de Defensa ha puesto a disposición de la familia el mismo avión que trasladó ayer desde Afganistán los restos del soldado fallecido.