ZAPATERO PIDE AL PSOE "QUE NO SE AMILANE ANTE LOS PROFETAS DEL MIEDO" Y RECLAMA UN "ULTIMO ESFUERZO" A LOS PARTIDOS CATALANES
- Asegura que es posible acabar con ETA pese a que será un proceso "largo y difícil"
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El presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, lanzó hoy un doble mensaje sobre la reforma del Estatuto de Cataluña. Pidió a los partidos catalanes el "último esfuerzo", el mismo que él está dispuesto a hacer, para conseguir cerrar un acuerdo, y dijo a los ciudadanos que el PP no está en ese proceso "únicamente" porque su estrategia es contraria a ello. "Que nadie se amilane ante los profetas del miedo", dijo a los suyos.
Rodríguez Zapatero reunió hoy en Ferraz al Comité Federal del PSOE, máximo órgano de dirección del partido entre congresos, y comenzó su intervención, abierta a los medios de comunicación, esbozando la situación de las conversaciones sobre esa reforma. En los últimos días se había dicho que el PSOE quería cerrar un acuerdo antes de hoy para evitar debates en el Comité Federal, y Rodríguez Zapatero dedicó sus primeras palabras a ironizar sobre "lo poco que nos conocen" quienes eso afirmaban, porque los socialistas debaten continuamente, dijo, sobre lo que sucede en España.
Recordó, en primer lugar, que el programa con el que ganó las elecciones proponía la defensa de las reformas estatutarias con el máximo consenso posible para "culminar" el Estado de las autonomías, desde la convicción de que la descentralización siempre "le ha sentado bien a España, a la España democrática, la única en la que creemos", y de que el Estado crece en la medida en que lo hacen sus comunidades y sus pueblos.
El proceso iniciado con la reforma valenciana y con la catalana "concluirá con el mismo resultado, mejora del bienestar de los ciudadanos, porque pondrán a las administraciones a la altura de los cambios de las últimas décadas y harán más sólido el proyecto común porque mejoraremos la convivencia desde el entendimiento de identidades, lenguas, culturas, de las diversas formas de ser y de manifestarnos, de la España plural".
Rodríguez Zapatero pidió un reconocimiento expreso para el equipo negociador del PSOE, encabezado por Alfredo Pérez Rubalcaba, que recibió el aplauso de sus compañeros por "poner lo mejor de sí mismos al servicio del partido, del Gobierno y de España".
Con esa negociación se busca "asegurar que el resultado sea el que siempre hemos exigido y esperado, conforme en todo a la Constitución, que responda a los intereses generales y ayude a su mejor defensa, en el que puedan sentirse identificados todos los ciudadanos que viven y trabajan en Cataluña, que mejore las condiciones de autogobierno, que integre mejor a Cataluña en la España que todos llevamos en el corazón".
Ese resultado sólo se logrará, alertó, con diálogo, "porque sólo así se construye en democracia, sólo así se avanza en una democracia madura cuya hoja de ruta ha de ser siempre el entendimiento". "Con la descalificación nunca se siembra nada para el futuro", alertó.
A esa premisa añadió otra: "Los países que no avanzan son los que se encierran, temen los cambios, pero la democracia es la negación de las leyes inmutables y eternas, la afirmación del derecho de la sociedad a acometer nuevas ambiciones y mejorar lo recibido, también en la forma de entender la articulación del país".
Con esa convicción, lanzó un "llamamiento" a los partidos catalanes, "que han mostrado voluntad de diálogo y encuentro, para que hagan el último esfuerzo, como lo haremos nosotros, y culminar en un gran acuerdo para Cataluña y España".
Si se logra, dijo, esa tarea pasará a la "hoja de servicios ya muy repleta" con España, con su integración y su democracia. "Lamento que otros hayan optado por no formar parte del proceso de construcción y mejora desde el diálogo. Han estado siempre convocados y lo están, pero a estas alturas, y después de lo oído en las últimas semanas, la gran mayoría de los españoles deben saber que si el PP no está en el proceso de negociación es, sencillamente, porque su estrategia es otra".
El presidente del Gobierno se mostró "plenamente convencido" de que el tiempo forzará al PP a "reflexionar" sobre su comportamiento en este proceso "y estarán obligados a una autocrítica de esta actitud". Como prueba, subrayó que no se han cumplido sus augurios sobre la gestión económica de los socialistas, y "así de rigurosos" son todos sus vaticinios. "Tiempo al tiempo", comentó.
POSIBLE ACABAR CON ETA
En el "formidable" avance registrado por España en los últimos treinta años, dijo el presidente, el único "gran lastre" pendiente de soltar es el terrorismo. "Podemos terminar con ello y recuperar plenamente la libertad en Euskadi y la dignidad de la convivencia democrática. Requerirá el concurso de todos, respetar la ley por todos y, sobre todo, atención, cariño, respeto y reconocimiento a quienes directamente han padecido el horror de estos años".
Sin hacer referencia alguna a Batasuna ni a la asamblea convocada para hoy y que fue suspendida por la Audiencia Nacional, Rodríguez Zapatero aseguró que en 2005 el Gobierno ha trabajado por el final del terrorismo y lo seguirá haciendo este año. "Será largo, duro y difícil, pero lo conseguiremos, y ese día podremos decir que vivimos completa y definitivamente en paz en Euskadi y en el conjunto de España".
IMPLICACION EN LA LEY DE DEPENDENCIA
Pasados los capítulos de reformas estatuarias y terrorismo, Rodríguez Zapatero pasó a hacer un recorrido de lo hecho por el Gobierno durante el pasado año y los retos inmediatos, con un especial énfasis en las políticas sociales y en la ampliación de derechos. Una mención expresa hizo el presidente a la Ley de promoción de la autonomía personal y atención a la dependencia, a la que señaló como gran prioridad del Gobierno para 2006 junto con la de Igualdad y la de Educación, las tres que situarán a España "en la vanguardia de un nuevo y potente pilar del Estado del bienestar".
Como presidente del Gobierno y líder del PSOE, pidió a sus presidentes autonómicos y alcaldes que se impliquen "a fondo" en la aplicación de la Ley de Dependencia y que sea para todos los cargos públicos socialistas "una auténtica prioridad", porque la implantación del sistema de asistencia será "un paso de gigante en la calidad de vida del país y, especialmente, de los más débiles".
Dijo también a los suyos que en los próximos años, cuando se aplique la reforma fiscal, se demostrará la certeza de una afirmación que expresó tiempo atrás y que suscitó "sorpresa e incredulidad", según él mismo recordó, que bajar los impuestos es de izquierdas "si con ello se trata más equitativamente a las rentas del trabajo y se mejora la capacidad de las empresas para competir y crear empleo", y eso es lo que pretende el Gobierno.
Entre los retos para 2006 señaló también la mejora de la tasa de ocupación, la reducción de la precariedad laboral y la lucha contra la siniestralidad, y reiteró que el Gobierno no acometerá ninguna reforma "sustancial" en este terreno que no haya sido previamente acordada con los agentes sociales.
Rodríguez Zapatero se declaró "más que satisfecho" del balance del Gobierno pero también "exigente" ante el futuro y, sobre todo, "orgulloso de practicar un patriotismo del que se hace cada día, y no de ocasión, como el de los ciudadanos, abnegado, y no de grandilocuencia impostada, que mira al futuro al horizonte, con entendimiento", lo que llamó un gran "patriotismo de integración".
Criticó frente a ello la actitud de una derecha "que tiene poco que decir" sobre los problemas de los ciudadanos y se concentra "en exageraciones, aspavientos y, últimamente, en insultos y descalificaciones". "No vamos a caer en su estrategia", dijo a los suyos.
Sólo comentó el líder socialista que le resulta "llamativo" ver cómo un partido "que se llena la boca proclamando ser defensor de la Constitución no tiene muy claro que la primera regla que emana de la Constitución democrática es aceptar de buena gana el resultado de la voluntad popular expresada en las urnas".
"Que nadie se amilane ante los profetas del miedo ni interiorice recelos ni rencores", dijo Rodríguez Zapatero a los socialistas. Les recordó que el PSOE tiene fuerza y estabilidad política para ejecutar el mandato de la mayoría de los ciudadanos y aplicar las reformas de futuro comprometidas. En ese camino, dijo, "nos gustaría que nos acompañara la derecha", pero eso tiene que ser siempre "dejando a un lado los insultos".
(SERVIMEDIA)
21 Ene 2006
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