El presidente, que comenzó su discurso con un especial recuerdo hacia Concepción Pérez, la mujer que fue asesinada ayer en un pueblo de Sevilla por su ex marido, exigió "la complicidad de mujeres y hombres para que participen en la construcción de relaciones entre iguales; relaciones justas y dignas para todos. Los hombres hemos de ser los primeros que reneguemos de la violencia que se ejerce en función de nuestro sexo", aseguró Zapatero.

Recalcó Zapatero que "la violencia contra las mujeres, incluida la violencia doméstica, es, como nos dicen desde el Consejo de Europa, una de las formas más graves de violación de los derechos humanos. Se convierte en un daño para toda la sociedad, incluidas las generaciones futuras, a las que estamos hipotecando sus sueños".

Recordó el presidente del Gobierno a la diputada Clara Campoamor, adalid de la lucha por el reconocimiento de la igualdad política de las mujeres y recordó que "la ciudadanía española ha mostrado, en éste yotros problemas, su voluntad decidida de producir los cambios necesarios para componer una sociedad plenamente democrática, acorde con los tiempos que vivimos y con el espacio geopolítico que ocupamos".

"Miedo y justicia son irreconciliables, porque no es justa una sociedad que permite que una parte de su población viva atemorizada", concluyó Zapatero.