Rodríguez Zapatero protagonizó el gran acto de la precampaña del PSOE, un mitin en la plaza multiusos de Vistalegre, ante unas 20.000 personas y otras muchas que se quedaron fuera.

Junto a él, los vicepresidentes, los ministros, la plana mayor del PSOE, el presidente de Andalucía y candidato a las autonómicas, Manuel Chaves, y también Felipe González, ovacionado varias veces por los asistentes al ser citado por los oradores.

"Hay muchos hartos de la derecha, de cómo se manifiesta y de cómo actúa esta derecha, cada vez más radical, más de derechas", dijo el presidente en un momento de su intervención. "Pero no basta con estar hartos, hay que levantar la voz, usar la palabra, movilizarse y llevar una amplia mayoría a las urnas el 9 de marzo".

Una amplia mayoría capaz de derrotar "el cinismo y el pesimismo que quieren sembrar sobre España" y que mire hacia un futuro que puede ser "brillante".

Rodríguez Zapatero se definió como una persona "tranquila y serena", que no se enfada pero tampoco se calla, y desgranó a continuación los grandes desafíos ante los que no está dispuesto a callarse.

"No me callo ante quienes quieren practicar la xenofobia en nuestro país, y me siento al lado de todas las personas que dignamente quieren trabajar". "No me callo ante los propietarios del miedo que quieren mercadear con el dolor de las víctimas y proclamo que siempre hay que estar en el consenso en la lucha por la libertad, que siempre estaré comprometido con los decentes y con los valientes", añadió.

No se callará, garantizó, ante el machismo que acosa a las mujeres y ante quienes ponen obstáculos a la plena igualdad, ante quienes no luchan contra la precariedad laboral o las dificultades de los jóvenes para acceder a una vivienda.

"No me callo ante la homofobia, ante quienes quieren impedir a la gente que se ame y viva libremente" ni ante quienes "defienden la exclusión, el fundamentalismo, y quieren excluir a los diferentes".

Tampoco "ante el rencor de quienes quieren llenar de chapapote la vida pública", y se declaró comprometido con "los pacíficos y la gente educada que quiere una vida pública respetuosa con todos".

No se callará, concluyó, ante quienes pretendan obstaculizar la investigación biomédica, y quienes cobran indemnizaciones millonarias sin conciencia del sueldo de los trabajadores, "no me callo ante el cinismo y la hipocresía".

"No me callo y os pido que no os calléis", dijo a los asistentes, y que de hoy salga "un nuevo espíritu de Vistalegre, una voz poderosa, inapelable, contundente, de llamamiento a una gran movilización electoral para ganar".

Llamó a los socialistas a movilizarse "como sabemos", como siempre que ha ganado a lo largo de la democracia. "Se gana cuando se siente lo que piensas, transmites ideas, vuelcas tus sueños, tus energías por tu país desinteresadamente, con honestidad, defendiendo la dignidad de España y los españoles como he hecho cada día en estos cuatro años".

MODELO "DOÑA CUARESMA"

Toda su intervención giró en torno a la confrontación de "dos modelos" de hacer política y afrontar los desafíos, sobre la base de que es más útil "la mirada positiva". Creer en el futuro y en las posibilidades de un país, sentenció, "no permite el mal humor ni el mal gesto de doña Cuaresma", una referencia a Esperanza Aguirre retomando la reflexión de Alberto Ruiz-Gallardón.

"No hay más que ver a los dirigentes del PP. Un día son unos y otros días son otros, pero siempre tienen el gesto amargo, la cara triste, nunca son capaces de comprender, vivir y sentir la alegría de estar en la España democrática del siglo XXI que hemos sido capaces de poner en pie".

Rodríguez Zapatero se declaró heredero de la altura de miras con la que el PSOE, aseguró, ha trabajado por el bienestar de los españoles desde su fundación, también durante la etapa de González.

Por eso, desde la oposición respaldó al Gobierno en la lucha contra el terrorismo y en otros temas de Estado, "porque para mí España y la libertad están por encima de las ambiciones políticas, pequeñas y mezquinas".

Esa trayectoria, aseguró, es lo que hace del PSOE el partido "central de la democracia en España" desde la transición y también en el siglo XXI, el que más ha contribuido a la convivencia, a la libertad y al desarrollo político, económico y social.

Frente a esa actitud "constructiva", quienes ahora siembran el temor y la incertidumbre sobre el futuro son "aquellos que han tenido siempre segura su vida y su bienestar material".

Entre ellos, dijo en referencia a Manuel Pizarro, quienes tuvieron indemnizaciones multimillonarias "y ahora van a los mercados", demostrando que siempre existen esas dos actitudes confrontadas, "meter miedo, crear zozobra e incertidumbre" o confiar en la sociedad.

El presidente desgranó los logros de la legislatura, también las grandes cifras de la economía, para concluir que los españoles "pueden estar tranquilos, hemos crecido, hemos ahorrado y tenemos recursos" para afrontar dificultades.

"La derecha no gobierna bien cuando hay prosperidad porque no reparte los beneficios, y gobierna peor cuando hay dificultades porque no reparten los sacrificios, siempre van a los mismos", advirtió.

Frente a una derecha "que siempre es fría, muy fría con los trabajadores y con la gente, incluso cuando hay prosperidad", defendió un modelo de reparto que beneficie sobre todo a los sectores de menos recursos.

La subida de las pensiones y el salario mínimo, las becas y las ayudas a la vivienda, la igualdad y la extensión de derechos son, sentenció, muestras de ese otro modelo que puede seguir vigente tras las elecciones generales.