"El talante y la altura de un político se ve cuando gana, pero también cuando pierde, y eso es lo que vamos a ver ahora los españoles", dijo Rodríguez Zapatero, en respuesta a varias preguntas en el coloquio que siguió a su intervención ante el "Fórum Europa".

El líder socialista valoró de esta forma las duras intervenciones del jefe del Ejecutivo n los últimos días, especialmente su acusación de haber formado una coalición con los comunistas para desgastar al Gobierno.

Le recordó, en primer lugar, que la única "coalición de coaliciones" formada últimamente ha sido la de Aznar con el presidente estadounidense y el primer ministro británico "para hacer lo que hicieron en Iraq".

Subrayó a continuación que sus únicos acuerdos desde que es secretario general del PSOE los ha suscrito con el PP en asuntos de Estado, como la lucha contra el terroismo.

Recordó también a Aznar que él, como secretario general del PSOE, no se ha reunido nunca, "porque no he querido", con el presidente del PNV, Xabier Arzalluz, mientras que el líder popular se apoyó en sus votos para sacar adelante su primer debate de investidura.

Y antes de aquéllo, continuó Rodríguez Zapatero, Aznar coincidía en su línea de oposición al Gobierno socialista con el líder de Izquierda Unida, Julio Anguita, al que nunca se refirió despectivamente como "comunista", sino que hablba de él como un gran demócrata.

En definitiva, pidió a Aznar un poco más de coherencia, también al hablar de la cohesión de España, del riesgo que supondría para ella una victoria socialista y de los partidos nacionalistas.

MARAGALL FRENTE A MAS

En este sentido, reprochó por ejemplo al PP que alerte del riesgo que supone para España el proyecto de Pasqual Maragall y dé así la impresión de que preferiría un triunfo del candidato de CiU, Artur Mas, que ha propuesta un acuerdo de "semi libre asocación" entre Cataluña y España.

Reiteró Rodríguez Zapatero que un triunfo de Maragall beneficiaría al conjunto de España y añadió, además, que nada le hace pensar que la inclusión de CiU en el Gobierno central aumentaría la cooperación entre el Estado y las comunidades autónomas.

Tanto la victoria de Maragall como la del PSOE en las generales garantizarían, afirmó, la cohesión social y territorial de España, siempre dentro del modelo establecido en la Constitución y en los estatutos de autonomía. No obstante, recordó que esos mismos estatutos recogen sus mecanismos de reforma y, pese a que el sistema autonómico está "bastante desarrollado", la cooperación entre el Estado y las autonomías es "mejorable", por ejemplo, a través de un Senado de representación territorial.

Esas modificaciones deberían acometerse con un gran consenso, como la apertura de la participación de las comunidades autónomas, de acuerdo con el Estado, en los mecanismos de toma de decisión de las instituciones europeas.SEGUIRA EL ACUERDO CONTRA ETA

Rodríguez Zapatero hizo hincapié en que el proyecto socialista reafirma la Constitución y los estatutos. De hecho, considera que en el País Vasco lo más importante es que los ciudadanos asuman que las tesis soberanistas "no se saldrán con la suya", porque otros partidos, como el PSOE, harán "de muro para que nadie se salte las reglas de juego".

En ese camino se ha avanzado, dijo, gracias al "Acuerdo por las Libertades y contra el Terrorismo", propuesto por él, y queseguirá guiando la política antiterrorista si el PSOE gana las elecciones generales de 2004, enfatizó, y hasta que desaparezca ETA.

Su línea en este sentido, agregó, ha sido "inequívoca" pese a que el PP mantenga su "tendencia natural a desconfiar de casi todo", quizá por "la personalidad de su presidente". Lo importante, sentenció, es que los ciudadanos tengan claro que el objetivo del PSOE es la firmeza contra los violentos y la democracia como única garantía de convivencia.

Pese a no querer halar de encuestas, sí subrayó el evidente desgaste del PP en los dos últimos años, paralelo al aumento de confianza de los ciudadanos en los socialistas, y sentenció que el 25 de mayo será "un buen día para el PSOE y para los ciudadanos".

En este sentido, y de cara a las generales del próximo año, lanzó una nueva advertencia al presidente del Gobierno: lo importante no es el nombre de su sucesor; lo que los ciudadanos valorarán será si ha sido elegido democráticamente o ha sido "designado", porque de elo dependerá en gran medida su autonomía política, su grado de responsabilidad y la autenticidad de su liderazgo.