El jefe del Ejecutivo reafirmó este compromiso en su respuesta al coordinador general de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, quien le conminó a responder si "está dispuesto, si se atreve, a dinamizar un pacto de todas las fuerzas políticas democráticas de esta Cámara, que sería imprescindible para el proceso de paz".

"Dígame si está dispuesto a un pacto donde estemos todos y que tenga una buena relación con las instituciones vascas y navarras", resaltó el líder de IU, quien insistió en que la paz "no es un desfiladero, sino una oportunidad" en la que deben participar todos y no ser plato de segunda mesa.

Rodríguez Zapatero reiteró la necesidad de "incrementar todos recursos estado derecho" y aseguró que el Gobierno "pedirá el respaldo de los grupos si se produjera la eventualidad de un proceso que permita avanzar hacia el fin de la banda terrorista".

No obstante, indicó que después del debate de ayer con el líder del PP, Mariano Rajoy, "no está la cosa para proponer nuevos pactos", por lo que pidió a Llamazares que tenga "prudencia y un depósito de confianza al Gobierno en lo que representa sus esfuerzos, sus iniciativas para la lucha contra el terrorismo y el fin de la violencia".

En cualquier caso, Rodríguez Zapatero se comprometió a "intensificar el diálogo, la información a todas las fuerzas políticas de la Cámara ante ese horizonte que está lleno de posibilidades pero también lleno de riesgos", respuesta con la que Llamazares considera que "elude" pronunciarse sobre la necesidad de un acuerdo con todas las fuerzas políticas.

ÁRBITRO O JUGADOR

En cuanto al modelo de Estado, Zapatero respondió al portavoz de IU, quien le invitó a participar en el partido y no actuar de árbitro, que deben permitirle que "entre a jugar en el momento que considere más oportuno, y no tenga ninguna duda de qué colores llevaría y con qué equipo jugaré".

"Es conveniente que el proceso se debata adecuadamente, no es conveniente que tome mas iniciativas de las estrictamente necesarias y va a quedar tiempo y espacio para que así sea", prosiguió, "y tengo el convencimiento de que su grupo será constructivo para que el desarrollo de la España plural sea positivo".

Por otra parte, se refirió a los reproches de Llamazares en el sentido de que mantiene la herencia del PP en política económica, social y fiscal, que precisamente constituyen el"gran reto del Gobierno y puede ser el refuerzo para la política de izquierdas", y a la advertencia de que con sin recursos no podrá asumir sus compromisos sociales.

SIN "REVOLUCIÓN FISCAL"

Zapatero apuntó que esos objetivos sociales sólo se podrán materializar si la economía mantiene el ritmo de crecimiento, pero "no vamos recurrir a subir la presión fiscal". Recalcó que el IRPF es "mejorable" desde el punto de vista de su simplicidad y equidad, pero avanzó que el Ejecutivo no quiere hacer "una revolución fiscal, sino una reforma moderada".

Además, indicó que ha iniciado el "combate contra la precariedad laboral", porque "en absoluto puedo estar satisfecho con los datos de temporalidad", igual que en materia de siniestralidad, aunque "queda muchísimo por hacer", y reafirmó su compromiso de convergencia en el gasto social con la UE.

Sobre dependencia, asumió que "es el gran reto social que tenemos por delante con carácter inminente, y nos va a exigir diálogo y esfuerzo presupuestario para abrir un espacio nuevo de prestaciones" que garantice la asistencia a más de un millón y medio de personas, pero insistió en que comunidades autónomas y ayuntamientos tienen muchas competencias en este terreno.