Así se desprende de las palabras de la vicepresidenta primera y portavoz del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, que expuso la versión gubernamental de la ronda de contactos del presidente con los portavoces a lo largo de todo el día en el palacio de la Moncloa.

Fueron prácticamente todos los portavoces los que mostraron reticencias a respaldar los Presupuestos, cuyas líneas generales fueron expuestas por el presidente. Muchos de ellos lo condicionaron en buena medida al acuerdo para el nuevo modelo de financiación autonómica, que debe aplicarse en esos Presupuestos.

Si el Gobierno no tiene respaldo suficiente para sacarlos adelante, se prorrogarían automáticamente los de este año, pero al ser preguntada por ello, la vicepresidenta respondió que no se baraja ese escenario.

La tesis del Gobierno es que, "por su propia naturaleza", aunque Presupuestos y financiación autonómica tienen "algo en común" deben seguir procesos de negociación diferentes, porque en un caso se trata de las cuentas para un año, que además deben tener en cuenta la situación económica, y en otro se trata de dar estabilidad al sistema a largo plazo.

En todo caso, la vicepresidenta mantuvo la idea de que las comunidades autónomas defienden "planteamientos de máximos" en los prolegómenos de la negociación, pero finalmente habrá acuerdo sobre el modelo de financiación. El deseo del Ejecutivo, y por lo que trabaja, es que ese acuerso sea previo a los Presupuestos.

Aunque los Presupuestos "tendrán que ajustarse a la crisis", Fernández de la Vega reiteró que mantendrán el gasto social y también las inversiones en I+D+I, infraestructuras y formación, negando así las opiniones mostradas, por ejemplo por Izquierda Unida, sobre el perfil restrictivo de las cuentas para 2009.

Fernández de la Vega reconoció que las posiciones con el PNV están "muy alejadas" en lo relacionado con la consulta impulsada por el lehendakari, pero al mismo tiempo el Gobierno agradece que ese desencuentro no se vincule a la posibilidad de suscribir acuerdos parlamentarios en un futuro inmediato.

El objetivo que se había marcado el presidente con esta ronda de contactos era atraer a los grupos parlamentarios a los acuerdos alcanzados la semana pasada con el líder del PP, Mariano Rajoy.

Más allá de los resultados concretos, el Gobierno valora el tono de respeto institucional, "incluso de cordialidad" de todas las reuniones y agradece las felicitaciones de todos por las recientes operaciones contra ETA y el respaldo generalizado a los principios que guiarán la colaboración entre Ejecutivo y principal partido de la oposición en la lucha contra el terrorismo.