Eso es lo que explican fuentes del Comité Electoral del PSOE sólo dos días antes de ese debate, mientras el presidente del Gobierno afronta un duro fin de semana de mítines, con dos actos hoy sábado en Canarias y otro mañana domingo en Zaragoza.

Los "tracking" que la dirección del partido recibe diariamente sobre intención de voto y valoración de otros asuntos han consolidado, aseguran esas fuentes, el análisis de que Rodríguez Zapatero ganó "de largo" el debate.

Los datos demoscópicos indican, según explican, que son mayoría los ciudadanos para quienes el presidente habló más que Rajoy de los temas que más preocupan mientras que el candidato del PP se quedó estancado en el terrorismo y la inmigración.

Aseguran, en este sentido, que al preguntar a los ciudadanos por los asuntos que trató el presidente el resultado es una amplia lista, pero en el caso de Rajoy los encuestados se quedan prácticamente sólo con esos dos asuntos.

Esa percepción ha crecido con el paso de los días, dicen los socialistas, como también se han amplificado los errores cometidos por Rajoy, entre ellos la intervención sobre la ya famosa niña, pero también la acusación al presidente de haber agredido a las víctimas del terrorismo.

Los resultados de esos sondeos llevan a la dirección socialista a corroborar su estrategia y avanza, por tanto, que se introducirán nuevos datos y nuevos argumentos pero con el mismo discurso, el mismo tono, las mismas formas.

Aseguran que el presidente no será agresivo ni crispador en ese segundo debate, pero temen que Rajoy se vea tentado de ser más incisivo que en el primero.

Argumentan que el candidato del PP se encuentra entre la espada y la pared por el resultado de las encuestas sobre el primer debate, y por ello se podría ver obligado a arriesgar más, lo cual podría significar ser más agresivo.

Los socialistas creen que ser más incisivo podría ser contraproducente para el candidato del PP, pero que mantener un perfil plano le dejaría donde está, añaden, sin arañar electorado que no esté ya convencido por el PP.

Aseguran, en todo caso, que el presidente mantendrá sus mensajes "en positivo" y juzgan irrelevante que en esta ocasión sea él quien abra las intervenciones, por considerar que tanto iniciarlas como concluirlas tiene ventajas e inconvenientes.

Rodríguez Zapatero se reunirá con sus asesores para preparar el debate la tarde del domingo, después de un mitin previsto a mediodía en la plaza de toros de Zaragoza, y previsiblemente también el lunes por la mañana.

Como el lunes anterior, la previsión es que el presidente coma con su familia y por la tarde descanse las horas previas a la celebración de ese segundo debate con Mariano Rajoy.