ZAPATERO LLEGA A UN MOSCU SITIADO POR LA POLICIA PARA EVITAR UN ATENTADO EN EL ANIVERSARIO DEL FIN DE LA II GUERRA MUNDIAL
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El presidente del Gobierno, Jose Luis Rodríguez Zapatero, y su esposa, Sonsoles Espinosa, llegaron esta tarde a un Moscú sitiado por las fuerzas de seguridad rusas para evitar un atentado checheno o islamista mañana cuando se conmemora el 60 anivesario del fin de la II Guerra Mundial.
Zapatero ha llegado con un ligero retraso sobre el horario previsto, lo que le ha obligado a llegar tarde al pabellón donde se ha celebrado la "Final Four" de baloncesto entre el TAU Vitoria y el Maccabi, no sin antes pasar por el Pabellón de Autoridades para comentar a los periodistas españoles que le acompañan en este viaje sus impresiones sobre el embarazo de doña Letizia.
La maratoniana jornada empezaba a las 6,30 de hoy en la base aérea de Torrejó de Ardoz. Casi tres horas después, cuando estaba a bordo de uno de coches del séquito llegando al campo de concentración de Mauthausen (Austria) para homenajear a los republicanos españoles exterminados por los nazis, Zapatero recibía una llamada anunciándole la noticia que esperaba desde hace meses buena parte de la sociedad española. Era el Príncipe Felipe anunciándole la buena nueva del embarazo de su esposa.
El presidente no comentó nada al séquito de funcionarios y periodistas y siguió con el programa previsto. Comenzaba a las 10,30 horas ante el monolito que recuerda a los casi 7.000 españoles republicanos que murieron en el campo de Mauthausen.
Ante ocho de los supervivientes y cientos de familiares, Zapatero sentenció "Nunca más a la opción totalitaria, al horror y el crimen por el crimen".
Bajo una pertinaz lluvia, prometió que éste no sería el único reconocimiento de su Gobierno y dijo "las banderas jamás pueden estar por encima de algo que está por encima de todos, el ser humano y su libertad". Después de este acto, y a duras penas por los cientos de familiares que querían saludarle y estrecharle la mano, Zapatero accedió al interior del campo donde aún se conservan en pie los antiguos barracones que sirven de memoria viva del holocausto nazi contra más de 150.000 personas, seis mil de ellas compatriotas.
Como deferencia del resto de delegaciones a la presencia de un primer ministro español por primera vez en la historia, junto con el anfitrión, el primer ministro austriaco, Wolfgang Schussel, quien tomó la palabra en nombre de los supervivientes fue el español Eusebio Pérez.
Pérez rindió tributo al "luchador por la paz que es Zapatero", dijo, afirmando que "habia venido hasta Mauthausen "aquel que defendió la paz abandonando la guerra de Iraq".
LA CANTERA
Al final de estos actos que se prolongaron una hora más de lo previsto, Zapatero quiso visitar la cámara de gas y los hornos crematorios, los barracones donde vivieron los prisioneros y, sobre todo la cantera que dio sentido al campo de trabajo de Mauthausen.
Allí entre 1938, año de terminación del campo y el 5 de mayo de 1945, cuando entró la 27 División Yankee del Ejercito de los Estados Unidos, murieron picando y cargando piedra miles de personas. Todavía hoy decenas de personas se acercan llorosos a lo alto de la cantera, tocados con el gorro listado blanco y azul típico de los campos nazis, para rendir homenaje a quienes eran despeñados por las tropas de las SS cuando ya no tenían fuerzas para trabajar.
Tras este emotivo periplo, Zapatero ha cógido el avión oficial y ha llegado a un Moscú obsesionado con la seguridad. El Gobierno de Vladimir Putin no quiere que nada empañe esta deseada celebración del 60 aniversario. Para ello, ha dado a los moscovitas diez días de vacaciones, lo cual hace que las calles aparezcan desiertas a ojos del visitante.
Aunque no figura en los programas oficiales, fuentes diplomáticas occidentales dan por seguro que mañana lunes, cuando las tropas desfilen por la Plaza Roja, el habitual cielo gris de la capital rusa será mucho más claro por efecto del nitrato de plata. Decenas de aviones soltarán esta sustancia a la atmósfera buscando secar el ambiente ante las amenazadoras nubes que se ciernen sobre la capital.
El presidente del Gobierno, una vez que concluyan los actos oficiales, recibirá en la Embajada española en Moscú a los "Niños de la Guerra" en una recepción que también promete estar cargada de emotividad.
En diciembre pasado, durante su viaje oficial a Rusia el jefe del Ejecutivo español se comprometio a subir las pensiones asistenciales de aquellos que tuvieron que abandonar España siendo niños, víctimas de la Guerra Civil. Una ley aprobada en enero las ha elevado finalmente de 1.200 a 6.000 euros anuales.
(SERVIMEDIA)
01 Mayo 2005
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