Según explicaron a Servimedia fuentes gubernamentales, Rodríguez Zapatero hará hincapié durante la reunión en el Palacio de La Moncloa en el cambio de escenario político que suponen las últimas elecciones autonómicas.

En opinión de las mismas fuentes, la ajustada victoria del PNV y el ascenso del PSE supone un mandato de los ciudadanos para iniciar una colaboración entre todos los partidos. Eso requiere la renuncia a las propuestas de máximos, como era el "plan Ibarretxe", y pasar a una reforma del Estatuto de Gernika con respeto a los límites marcados por la Constitución.

Igual que hizo en su primera entrevista, hace un año, Rodríguez Zapatero garantizará a Ibarretxe toda la colaboración del Gobierno si deja atrás esa propuesta, sin que eso suponga un acuerdo expreso entre peneuvistas y socialistas.

La consecución de la convivencia y de la paz es el objetivo último de Rodríguez Zapatero, más allá de la formación de un gobierno que da por hecho será presidido por Juan José Ibarretxe.

En la mente del Ejecutivo central hay un escenario muy distinto al que marcó las anteriores elecciones autonómicas. Ahora ETA está mucho más debilitada, su cúpula ha sido descabezada en varias ocasiones y el PNV ha perdido fuerza electoral, dejando espacio a otras formaciones, especialmente el PSE.

SIN RUEDAS DE PRENSA

Pese a que ETA no ha renunciado a la violencia, a nadie se le escapa que lleva casi dos años sin cometer ningún asesinato, y ello entra también en los cálculos del Gobierno.

Es en este terreno en el que Rodríguez Zapatero intentará tomar el pulso a Ibarretxe, y es consciente de que el "lehendakari" hará lo propio, una especie de tanteo mutuo para conocer o, al menos, intuir las respectivas posiciones.

Llegado el momento, continuaron las fuentes consultadas, el Gobierno quiere contar con todos los partidos democráticos, y confía en que el PNV esté a la altura de las circunstancias, y también el PP.

Mientras ese momento llega, el Ejecutivo tiene muy claro que no habrá contrapartidas a cambio de la paz, y que tampoco habrá ningún "gesto" hacia la banda terrorista, sobre la que dejan la responsabilidad de mover pieza en primer lugar.

Después de verse con Ibarretxe, el presidente tiene previsto recibir al socialista Patxi López, en fecha todavía por precisar.

Fuentes gubernamentales han informado también de que hoy no habrá en el Palacio de La Moncloa cobertura informativa, más allá de la toma de imágenes del encuentro. Las mismas fuentes indicaron que Ibarretxe expresó su deseo de no organizar una rueda de prensa posterior y, en consonancia, el Ejecutivo renuncia a efectuar una comparecencia unilateral.

No obstante, el presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, después de recibir al "lehendakari" tiene un acto a las 12,30 en la sede de UGT para hacer balance de un año de gobierno ante los delegados de esa central.