En rueda de prensa en la sede socialista tras una reunión de las Ejecutivas del PSOE y de CCOO, Zapatero señaló que el documento del Gobierno "acaba de salir del horno" y "está en manos de sindicatos y empresarios". "Vamos a dejar tiempo para el diálogo", dijo el presidente.

El jefe del Ejecutivo indicó que "quien tiene capacidad de impulso" de la reforma laboral en este momento son los agentes sociales. "El Gobierno hará todo lo que esté a su alcance" para que se logre un acuerdo y también se pondrán sobre la mesa los recursos que sean necesarios.

"Tiempo al tiempo" y que se abra paso el diálogo entre empresarios y sindicatos antes de "pronunciamientos definitivos" fue la respuesta del presidente al ser preguntado por el pronunciamiento del vicepresidente económico, Pedro Solbes, acerca de generalizar el despido de 33 días.

Hace falta "mucho diálogo", insistió Zapatero, porque el documento es "denso" y "va a exigir tiempo de intercambio de opiniones".

El objetivo "principal" del Gobierno, añadió su presidente, es "la calidad en el empleo y la estabilidad en el empleo", junto al mantenimiento del ritmo de inversión de las empresas y la creación de puestos de trabajo. "Esas son las prioridades", sentenció.

El Gobierno aboga por un "acuerdo equilibrado" y Zapatero expresó su disposición a "ser flexibles". Se trata de hacer "una buena" reforma laboral, que incorpore políticas de igualdad, refuerzo de la Inspección de Trabajo y medidas para luchar contra la siniestralidad que permita trasladar un "mensaje de confianza" a la economía.

BONANZA ECONOMICA

El presidente del Gobierno resaltó la situación "positiva" de la economía española, con crecimientos superiores al 3% que espera mantener en 2006 y la creación de 900.000 puestos de trabajo el último año.

Destacó la "credibilidad" de la economía nacional, que logrará superávit en 2005 y 2006, agregó el presidente, frente a los déficit de más del 3% de otros países de la UE. A su juicio, lo conveniente ahora es "fortalecer tecnológicamente" el país y reforzar el sistema educativo con el fin de avanzar en competitividad y productividad.

Zapatero, en materia de pensiones, apuntó que, tras la reforma laboral, se iniciará esta negociación, dentro del "interés compartido" en defender los pilares del Sistema de Seguridad Social y garantizar su viabilidad para los próximos 20 ó 25 años. Hoy se vive "un buen momento", con un fondo de reserva que superará los 30.000 millones de euros, pero "hay que trabajar sobre todo pensando en el mañana".

En materia fiscal, Zapatero insistió en modificar el IRPF y el Impuesto de Sociedades: en el primero de los casos para reducir la presión fiscal de las rentas del trabajo; en el segundo, el fin es bajar el tipo máximo del impuesto y reducir las deducciones. Una reforma que deberá permitir preservar el nivel de ingresos para continuar con la inversión en educación, I+D+i, infraestructuras y gasto social.