Rodríguez Zapatero participó en el acto oficial de presentación de la candidatura del PSOE al Congreso de los Diputados por Madrid, que él encabeza.

En su intervención se refirió a la decisión judicial de archivar el caso de las supuestas sedaciones irregulares a enfermos terminales ingresados en el Hospital Severo Ochoa de Leganés.

Explicó que, desde el comienzo del caso, permaneció "prudentemente en silencio" por tratarse de un centro sanitario cuyas competencias son de una comunidad autónoma, pero una vez que ha habido un pronunciamiento judicial "claro, nítido y contundente", habló sobre ello en su calidad de presidente del Gobioerno.

Expresó en primer lugar su "apoyo y solidaridad" a los profesionales cuya tarea es intentar "salvar vidas o hacer que la vida sea digna digna hasta el último momento" y por hacerlo "han sido víctimas de una persecución insoportable, intolerable en democracia, en un Estado de libertades".

Se escuchó a uno de los presentes al acto increpar "que lo pague la Aguirre", pero Rodríguez Zapatero no mencionó en ningún momento a responsable político concreto alguno, pero sí denunció genéricamente el comportamiento de "la derecha" en este caso.

"Hemos escuchado que ni restitución, ni responsabilidad política, ni perdón a esos profesionales que actuaban dignamente", y eso es, en su opinión, "un ejemplo clarísimo del estilo de actuar de una derecha cada día más reaccionaria, más conservadora y más alejada de lo que sienten la inmensa mayoría de los españoles".