Zapatero explicó, en rueda de prensa posterior a la reunión de la Comisión Ejecutiva del PSOE, los motivos por los que permaneció sentado mientras miembros del Gobierno y drigentes del PP "vitoreaban" en pie a la representación estadounidense en el desfile de la Fiesta Nacional.

Dijo, en primer lugar, que acudió como siempre ha hecho "para expresar mi apoyo a nuestras Fuerzas Armadas". "Pero, lamentablemente", añadió, "ayer se produjo un hecho de enorme gravedad: el Gobierno del PP utilizó la Fiesta Nacional y las Fuerzas Armadas para convertirlo en un acto partidista de apoyo a la guerra de Iraq".

El Ejecutivo utilizó la Fiesta Nacional, reiteró, "para justificar u participación en una guerra ilegal e injusta y en la posterior ocupación de Iraq sin tener el aval de Naciones Unidas".

Permaneció sentado, afirmó, "como gesto de desacuerdo" por esa utilización, por coherencia con la posición mantenida por el PSOE respecto a la guerra, "y para mantener la dignidad frente a un Gobierno que está permanentemente sometiendo a los intereses nacionales de España a los dictados del Gobierno del señor Bush".

Decidió no levantarse, prosiguió, "por respeto a las FuerzasArmadas, a la Constitución, al 12 de octubre, y a una fiesta que tiene que ser de todos y no se puede utlizar para defender una política concreta".

El líder socialista dejó claro su respeto por Estados Unidos y por el resto de países representados en el desfile, pese a precisar después que para él fue algo "no previsto, sorprendente y desafortunado" comprobar que se homenajeaba a las tropas "ocupantes" de Iraq.

Rodríguez Zapatero acusó abiertamente al Gobierno de utilizar instituciones y símbolos"que son de todos, que han sido construidos por todos y que son defendidos por todos y queridos por todos", y recordó que ya ha sucedido "de forma reincidente" con la Constitución y con la bandera.

Ahora se ha hecho con las Fuerzas Armadas, "bajo carteles electorales del PP y en presencia del jefe del Estado", un comportamiento que, en su opinión, constituye toda una "desvergüenza".

Menos mal, reflexionó Zapatero, que España "es algo mucho más importante que lo que puedan ser los errores garrafals de un Gobierno, en este caso del Gobierno del PP".

Rodríguez Zapatero aseguró que no tuvo información previa sobre el desarrollo del desfile aunque hubiera sido "conveniente", como tampoco la ha recibido sobre el asesinato de José Antonio Bernal en Bagdad.

Tampoco ha tenido la oportunidad de expresar formalmente al Gobierno su desacuerdo con lo ocurrido en el desfile de la Fiesta Nacional, si bien se mostró convencido de que de ello "hablaremos en el Parlamento".