ZAPATERO E IBARRETXE MANTIENEN SUS POSICIONES CON UNA DISCREPANCIA DE FONDO SOBRE EL PAPEL DE LAS ELECCIONES
- Ibarretxe denuncia que el presidente sólo piensa en las elecciones y Zapatero argumenta que pueden ser una solución
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La reunión que esta mañana mantuvieron en La Moncloa el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y el lehendakari, Juan José Ibarretxe, sirvió básicamente para que ambos mantuvieran sus posiciones, con una discrepancia de fondo esencial sobre el papel que pueden jugar las próximas elecciones autonómicas en la búsqueda de soluciones para el País Vasco.
La novena reunión entre ambos duró exactamente dos horas y media y después el lehendakari denunció en rueda de prensa que el presidente había estado "a la defensiva" frente a su iniciativa y "enrocado" en sus posiciones.
En rueda de prensa posterior, el presidente del Gobierno interpretó de forma diferente ese enrocamiento al subrayar que siempre ha defendido los mismos principios: cualquier iniciativa debe contar con amplio consenso entre los vascos y respetar los cauces establecidos en la Constitución y en el Estatuto.
La defensa de esas bases ha sido coherente desde su primer día de Gobierno, insistió Rodríguez Zapatero, y seguirá siendo igual en el futuro. Con esa misma actitud, añadió, ha sido posible llegar a acuerdos en materias concretas y ese clima de entendimiento, advirtió, debe ser preservado.
Rodríguez Zapatero aseguró que la reunión fue "correcta" y además sirvió para dejar "las cosas claras", la principal de ellas que la sociedad vasca quiere la seguridad que ofrecen la Constitución y el Estatuto.
Ambos dejaron clara la existencia de una discrepancia de fondo sobre el papel a jugar por las próximas elecciones autonómicas, previstas para la primavera de 2009 aunque se especula con un adelanto a otoño.
Ibarretxe denunció que el presidente sólo piensa en esos comicios, y advirtió: "quien tiene en la cabeza elecciones, no tiene soluciones". Zapatero, por su parte, reconoció abiertamente su tesis de que, en democracia, las elecciones muchas veces comportan soluciones en sí mismas.
Como prueba señaló las últimas generales, que aportaron "soluciones al devenir político del país" e incluso a algunos partidos "les pone en el trance de buscar soluciones".
Precisó en primer lugar que fue Ibarretxe quien habló de elecciones en la reunión, "no se por qué", y añadió después que le ha recibido con y sin elecciones en el horizonte, defendiendo siempre los mismos principios, y aunque los socialistas están "preparados" para afrontar las próximas, no tienen "ningún interés" en que se adelanten.
LOS "PAPELES DE LOYOLA"
Cada uno dio por sentado, y por demostrado, que son sus principios y sus posiciones las expuestas, las conocidas, mientras que las del otro lado carecen de claridad. "Todo el mundo conoce las que yo he puesto sobre la mesa, pero nadie conoce las iniciativas por la otra parte", decía Ibarretxe.
Su iniciativa es, aseguró, "punto por punto" lo que los socialistas acordaron con el PNV y con Batasuna el 25 de octubre de 2006, en plena tregua de ETA, los llamados "papeles de Loyola", a los que se refirió en varias ocasiones, pero que desde el Gobierno no se mencionan.
Rodríguez Zapatero se limitó a pedir "sensatez" ante la obviedad de que el terrorismo no estaría en la situación en la que está si el Gobierno hubiera "cedido" ante ETA o llegado a algún tipo de acuerdo político. Llegó a hablar de comparación "absurda" por parte del lehendakari y la interpretó como "fruto de una posición débil".
Ibarretxe defendió su propuesta, basada en la búsqueda de un acuerdo entre los partidos vascos sobre el espíritu contenido en esos papeles, que se elevaría a "texto jurídico" antes del final de 2010 para ser refrendado después por la sociedad vasca.
Esa es la "hoja de ruta" que pretende someter a consulta el próximo mes de octubre a partir de un pronunciamiento del Parlamento vasco en junio.
A todo ello se refirió el presidente como algo "que no es fácil de entender" y que en todo caso "no se sabe muy bien a dónde conduce" y que por ello es visto por la sociedad vasca como "un viaje a ninguna parte" o una "aventura". "No sé muy bien con qué ha venido", llegó a decir.
Hay disposición a dialogar, aseguró el presidente, también sobre una posible reforma estatutaria, pero a partir de un proyecto "elaborado, pensado, consistente, serio", no algo que podría ser digno "de un seminario", pero no de dos gobiernos.
Lo que para Ibarretxe es "enrocamiento", para Rodríguez Zapatero es "firmeza" en la defensa de las bases democráticas: "No se producirá ningún acto que no respete la Constitución y las reglas democráticas. Eso va a ser así, que nadie tenga ninguna duda".
"LO DICE LA DEMOCRACIA"
Ibarretxe insistió, ante el presidente y en la rueda de prensa, en que Euskadi no está "subordinada" a España y, por tanto, no es en Madrid donde debe terminar su ámbito de decisión.
Opinar es libre, dijo después el presidente, pero el País Vasco es parte de España y eso es así no porque no diga nadie, sino porque "lo dice la democracia", los procedimientos están democráticamente establecidos, en la Constitución y en el Estatuto.
Ambos estuvieron de acuerdo en algo que juzgan básico, la lucha conjunta contra el terrorismo. Ibarretxe subrayó su defensa en Madrid "de lo que he dicho en mi casa", que ETA es el principal enemigo de la sociedad vasca y el obstáculo para que esa sociedad pueda "seguir su camino".
Por eso, defiende que se debe diferenciar la paz de los acuerdos políticos, y que esos acuerdos se deben buscar "exista o no ETA", de la misma forma que la banda terrorista debe desaparecer, al margen de que se logren o no esos acuerdos.
Mientras ETA sepa que el presidente español está dispuesto a hablar "en términos políticos con ellos", pero no sobre esos mismos asuntos con el representante legítimo y democrático de la sociedad vasca, "se le otorga un protagonismo político enorme a la banda armada".
Ibarretxe denunció también el incumplimiento del Estatuto de Gernika al asegurar que Rodríguez Zapatero es el único presidente de la democracia que no ha transferido competencias al País Vasco.
El presidente precisó después que la de hoy fue la primera de las nueve reuniones en la que Ibarretxe le habló de transferencias, y lo interpreta como un argumento más para defender su iniciativa.
Además de lo expuesto por Ibarretxe en la rueda de prensa, añadió, se habló de otras cosas, acuerdos alcanzados y otros en marcha sobre infraestructuras o sobre el desarrollo de la Ley de Atención a la Dependencia, que son asuntos esenciales sobre los que trabajar juntos.
Ibarretxe no habló de la reciente moción del Parlamento vasco en la que se denuncian las supuestas torturas a etarras, y el presidente dijo, en respuesta a una pregunta, que su "profundo malestar" por el contenido "injusto" de ese texto se traslada al PNV, no al lehendakari, en virtud del respeto al ámbito de cada institución.
(SERVIMEDIA)
20 Mayo 2008
CAA