En un acto público con militantes de Almonte, en Huelva, el primero del año, el presidente no mencionó expresamente la polémica suscitada por las críticas a la política del Gobierno vertidas con motivo de la concentración del pasado fin de semana a favor de la familia cristiana.

Subrayó, sin embargo, que en la España de la Constitución "cabe todo el mundo, todo el mundo tiene su sitio, todos tienen derecho a tener derechos, piense como piense, profese una religión o no", y sentenció que esa España "va a seguir así".

Rodríguez Zapatero apeló reiteradamente a los valores constitucionales de libertad, cohesión, solidaridad y, sobre todo, tolerancia entre ideologías y creencias, y apeló a ellos para seguir dando pasos firmes hacia el futuro.

Apenas dos meses antes de las elecciones generales, el presidente aseguró que pedirá el voto "con humildad" pero también plenamente convencido de que ha gobernado pensando en el interés general, con honestidad y mirando al futuro.

El presidente hablaba en Almonte sobre este asunto justo al tiempo que la dirección del PSOE difundía un comunicado oficial en el que advierte de que no dará "ningún paso atrás" en la defensa de los valores constitucionales.