En una entrevista en la Cadena Ser recogida por Servimedia, el jefe del Ejecutivo afirmó que el fenómeno de la inmigración "es fruto del progreso económico y de la desigualdad que existe entre determinadas zonas del planeta". Por ello, señaló la importancia de "invertir en trabajo y riqueza" en los países de origen, es decir, "crear expectativas" allí donde no las hay. Ya que, según dijo, "la presión migratoria de una u otra manera será fuerte" hacia el mundo desarrollado.

En esta materia, apuntó, tienen que jugar tres principios básicos: "legalidad, integración y cohesión ciudadana", eso se traduce en una política social "comprometida y activa", lo que permitirá "la convivencia de los legales".

"Estoy absolutamente en contra de la inmigración ilegal porque es un foco de generación de trabajo ilegal" que derivaen "desintegración y fractura social", así como en "dificultad de la convivencia".

Por tanto, dijo, tenemos que actuar y "muchas de las responsabilidades son de las comunidades autónomas", a la hora de destinar "más inversión en educación, más inversión en becas, más inversión en sanidad, para que ese cambio demográfico que supone la inmigración no afecte a lo que ha de ser la mejor manera de integrar y de convivir y aceptar la pluralidad cultural de origen de nuestros inmigrantes que sin duda alguna, tienen derechos ciudadanos y derechos sociales".