El presidente y Bono, cabeza de lista por Toledo al Congreso de los Diputados, compartieron un acto de precampaña en el edificio de San Pedro Mártir de Toledo, una antigua iglesia hoy perteneciente a la Universidad de Castilla-La Mancha.

"Hoy no voy a hablar de obispos, en el sitio en el que estamos", dijo el presidente al tomar la palabra, pero sí se refirió a Bono, que le había precedido.

Se mostró encantado de estar en Toledo respaldando la candidatura de "quien será un excelente presidente del Congreso de los Diputados".

"Puedo aseguraros que nada me hace más ilusión que estar en la tribuna, en el debate de investidura después de haber ganado las elecciones, y tener por encima de mí, protegiéndome, a Pepe Bono como presidente del Congreso", dijo Rodríguez Zapatero.

Antes, en su intervención, Bono aseguró que el PP aprenderá el 9 de marzo que "los dedos de los líderes no hacen líderes", no lo pudo hacer José María Aznar con Mariano Rajoy como tampoco pudo, aseguró, Felipe González con Joaquín Almunia.

Rodríguez Zapatero, dijo Bono, sí que ha forjado su propio liderazgo al frente del PSOE, en un congreso en el que venció al que entonces era presidente de Castilla-La Mancha.

RAJOY, "MORIBUNDO"

"Sabré yo que ganaste el liderazgo...", le dijo. "Ganó, me hizo ministro y me ha pedido que vaya en las listas. Qué más querría Gallardón", comentó.

Bono reiteró su tesis de que los dirigentes del PP, también Esperanza Aguirre y Alberto Ruiz-Gallardón, no están pensando en ganar las elecciones, "sino en quién va a sustituir a padre, porque saben que padre se muere".

A Rajoy los suyos le ven "moribundo", aseguró, y él lo corrobora porque ni siquiera cuando se supone que tiene un millón de personas delante es capaz de emocionarse. Incluso en esas circunstancuas "coge un papel y lo lee, como si fuera un testamento", pero no se comporta como un líder "que tiene vísceras, que se ríe, que suda..."

En una antigua iglesia ya sin culto donde se enterró a Tomás de Torquemada, inquisidor general de Castilla, Bono aseguró que España "es el país del mundo donde mejor se trata a la Iglesia, pero no por miedo a un discurso de un cardenal", sino por el respeto que inspiran los miles de cristianos que dedican su vida a los más necesitados.

Frente a "calumnias que se dicen cada mañana sin que exploten los micrófonos", Bono defendió que el Gobierno socialista acude a las elecciones "con las manos llenas" de compromisos cumplidos con las familias y con las rentas más bajas y de "mano dura" con delincuentes y terroristas.

También el presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, insistió en que son esas políticas las que realmente cohesionan socialmente al país, y no "la retórica vana, con demagogia y populismo".

Muchas veces son quienes más hablan de España quienes, "con tal de boicotear las medidas del Gobierno de la nación, son capaces de perjudicar a sus conciudadanos, por ejemplo, no aplicando la Ley de Dependencia", una actitud que juzgó "de una irresponsabilidad dramática" y muy alejada del auténtico patriotismo.